Translate

lunes, 7 de mayo de 2018

La obstinación de Puigdemont destroza los planes de ERC, Rajoy y PNV

Pere Aragonès tiene previsto asumir el cargo de vicepresidente para intentar retomar el diálogo institucional con el Gobierno central


Oriol Junqueras y Pere Aragonès, en la presentación del Presupuesto de la Generalitat para 2017. (EFE)


Nosotros no vamos a dejar de ser independentistas. Esperaremos a tener mayoría más amplia y a hacerlo mejor”, asegura uno de los nuevos líderes del soberanismo catalán. ERC es quien lidera esa previsión de nuevo rumbo o, al menos, de cambio de estrategia, a la espera de que se forme un nuevo Govern en Cataluña.

Sin embargo, la obstinación de Carles Puigdemont, apoyado todavía por sus fieles más próximos, está arruinando los planes de ERC, del Gobierno de Mariano Rajoy y también del PNV. De ERC, porque desde hace meses intentan cambiar el paso hacia una estrategia distinta; del Gobierno, porque necesita evitar nuevas elecciones en Cataluña, y del PNV, porque ha mediado activamente para que se levante el 155 antes de que se voten definitivamente los Presupuestos Generales del Estado y no tener que justificar su cambio de posición. También miembros del PDeCAT, no adscritos al grupo más próximo a Puigdemont, entienden que su posición perjudica a los dirigentes encarcelados.
Entienden todos ellos que Puigdemont intenta tensar la cuerda y llevar la investidura al límite, para rectificar justo antes del 22 de mayo, pero se arriesga a que un tropiezo furce las elecciones que nadie quiere.

La nueva propuesta de ERC se identifica con la trayectoria y la imagen de Pere Aragonès, próximo vicepresidente de la Generalitat, si es que se produce finalmente la investidura antes del 22 de mayo, fecha tope antes de la convocatoria de nuevas elecciones autonómicas. La intención de ERC, según la estrategia que diseñaron hace meses, tras las elecciones del 21 de diciembre, es la de intentar pasar página y poner distancia respecto a Carles Puigdemont y lo que ha sido el proceso independentista unilateral en los últimos años. ERC asegura que está dispuesto a aceptar cualquier candidato viable de Junts per Catalunya, entendiendo por ello cualquiera de los diputados que no estén fugados ni encarcelados, y con la idea de que es lo mejor para reforzar su posición política y para los presos.




La base es la de considerar que es preciso recomponer las relaciones institucionales con el Gobierno central y volver a la legalidad. Esa decisión ya se ha materializado en la gestión de Roger Torrent como presidente del Parlament de Cataluña, en la que ha ido actuando sin pasar la línea de la legalidad, cumpliendo las suspensiones decretadas por el Tribunal Constitucional, a diferencia de lo que ocurría en la anterior legislatura y que ha acabado con líderes independentistas en la cárcel. Puigdemont sigue poniendo a prueba esa decisión de vuelta a la legalidad al mantener su candidatura sabiendo que el Tribunal Constitucional, instado por el Gobierno, lo hará imposible.

Aragonès ha recibido el testigo de Oriol Junqueras, con quien trabajaba en la Vicepresidencia de la Generalitat. Es secretario de Economía de la Generalitat y recientemente adjunto a la Presidencia de ERC. Es decir, tras el encarcelamiento de Junqueras y la fuga de Marta Rovira, se ha convertido con solo 35 años en la cabeza política de ERC, junto con la institucional de Torrent.

Puigdemont sigue poniendo a prueba esa decisión de vuelta a la legalidad al mantener su candidatura sabiendo que el TC lo hará imposible

Fuentes del Gobierno de Rajoy aseguran que Aragonès puede ser un interlocutor válido para una nueva etapa, si es que se avanza en el camino contrario al del proceso independentista, una vez que haya investidura, tome posesión un nuevo Govern y se levante automáticamente el artículo 155 de la Constitución. Con él han tenido relación responsables del Gobierno de Mariano Rajoy para poner en marcha el FLA (Fondo de Liquidez Autonómica) y gestionar la intervención de las cuentas de Cataluña, y destacan su talante para llegar a acuerdos. Aragonès, por ejemplo, es quien ha mantenido los contactos con el ministerio de Cristóbal Montoro para la justificación de facturas y gastos.

Por ERC también podría ser miembro de ese Govern Ester Capella, actual diputada en el Congreso. Los independentistas de ERC daban por hecho que este fin de semana Puigdemont renunciaría. Ahora están al borde de la repetición de elecciones que, en teoría nada quiere. Incluso, para el PDeCAT la repetición electoral es un problema notable por falta de dinero para afrontar una campaña, por los enormes gastos de las defensas y la falta de aportaciones.

La estrategia de ERC en la nueva etapa será revalidada en la conferencia nacional que celebrarán el 1 de julio, condicionada ahora a que en esas fechas se pueda estar en plena campaña electoral. No tienen previsto remover en sus cargos a Junqueras y Rovira. De hecho, el exvicepresidente de la Generalitat mantiene desde la prisión el control de su partido, según explican los dirigentes que acuden frecuentemente a visitarle.


Carles Puigdemont y Elsa Artadi, en Berlín. (Reuters)
Carles Puigdemont y Elsa Artadi, en Berlín. (Reuters)

En la puesta en marcha de una nueva etapa del Govern ha tenido un papel decisivo el PNV, con contactos permanentes de dirigentes nacionalistas vascos y del propio Iñigo Urkullu con el Ejecutivo de Rajoy y con los independentistas catalanes. Hasta el punto de haber tenido garantías de que habrá investidura antes del 22 de mayo y, por tanto, que los diputados del PNV puedan votar en junio en el Congreso los Presupuestos de Rajoy ya sin el 155 en vigor en Cataluña.

El PNV pactó con el presidente del Gobierno la declaración de este último en el Congreso sobre una nueva etapa en Cataluña, como paso previo a la votación de totalidad de las cuentas del Estado. El principal obstáculo, según admiten Gobierno, PNV y ERC, es la posición de Carles Puigdemont y sus colaboradores más cercanos.

Fuentes del independentismo interpretan que gran parte de la obstinación de Puigdemont viene, precisamente, del interés personal por afrontar la decisión del tribunal alemán siendo aún candidato a la investidura, como forma de presión. El 26 de mayo termina el plazo para que los jueces alemanes decidan sobre su entrega a España, con la duda de si incluirá el delito de rebelión.

Esta semana, el Gobierno pondrá en marcha el recurso contra la hipotética investidura de Puigdemont, instando al Constitucional a la suspensión automática del procedimiento. "Pase lo que pase, Puigdemont no volverá a ser 'president' de la Generalitat", resume un alto cargo de La Moncloa.



                                                                           FERNANDO GAREA  Vía EL CONFIDENCIAL

No hay comentarios:

Publicar un comentario