Avanzan las negociaciones entre PSOE y Cs. El partido de Rivera reconoce que si Sánchez pone encima de la mesa una fecha concreta para las elecciones, se abre un nuevo escenario
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, durante la rueda de prensa
ofrecida al término de la ejecutiva del partido este lunes. (EFE)
La ejecutiva nacional de Ciudadanos ratificó este lunes la decisión de que los 32 diputados naranjas votarían en contra de la moción de censura planteada por Pedro Sánchez. El partido de Albert Rivera no confiaba en las intenciones del líder socialista que, en el anuncio de la misma, explicó que lo primero sería gobernar
y solo después llegaría la convocatoria electoral. Ciudadanos tiene
claro que la legislatura actual "está agotada", con un Gobierno que se
ha quedado sin aliados (ellos dan por roto el pacto de investidura) a
raíz de la sentencia de la Gürtel
—los centristas ven el fallo como la gota que colma el vaso de los
escándalos de corrupción— y que no podrá aguantar los dos años restantes
sin capacidad de sacar una sola ley adelante. La prioridad para los naranjas pasa por que haya elecciones anticipadas antes de que termine este año. Por eso, en plenas negociaciones con el PSOE, estudian un cambio de posición si los socialistas se comprometen a que los comicios se celebren en ese plazo.
La formación que dirige Rivera se plantearía ese giro en la votación de este viernes si realmente cuenta con las garantías suficientes
de que Sánchez convocará elecciones antes de que finalice 2018.
Precisamente, este martes por la mañana, el secretario general naranja, José Manuel Villegas, mantenía una reunión con su homólogo socialista, José Luis Ábalos,
y recordaba al término de la misma que "hasta el jueves hay tiempo"
para que el PSOE "rectifique". En estos momentos, fuentes del partido
naranja insisten en que la posición es la misma: Ciudadanos es
partidario de una moción "instrumental" que debería liderar un candidato
independiente, cuya única finalidad pasa por que haya elecciones y que
tanto los Presupuestos como la aplicación del artículo 155 queden asegurados en ese plazo de interinidad.
Sin
embargo, fuentes de la cúpula del partido centrista reconocen que si
Sánchez hiciera un anuncio concreto de una fecha para las elecciones, el escenario cambiaría y deberían estudiarlo. Sería "otra pantalla",
según el término que los dirigentes emplean y que, con toda seguridad,
la formación ya está contemplando. Lo que está por ver es cómo quedarían
el resto de condiciones de Ciudadanos, ya que "garantizar la
estabilidad" en pleno desafío catalán es otra de las grandes
prioridades.
Precisamente, en el mediodía del martes —y después del encuentro entre Villegas y Ábalos—, el grupo parlamentario trasladó la habitual reunión de los martes a la sede central del
partido en el barrio de Ventas. Aunque desde Ciudadanos insisten en
enmarcar el encuentro dentro de la normalidad, no es habitual que esa
reunión se produzca en términos de discreción absoluta
fuera del Congreso un día en que hay pleno y sin convocatoria pública a
los medios. A la cita, que duró aproximadamente hora y media, acudieron
además de los diputados naranjas, los senadores y otros dirigentes de la
formación. Incluso almorzaron en la sede para después ir directamente a
la Cámara Baja.
Las conversaciones con el Partido Socialista se han intensificado
desde este martes. Antes eran prácticamente inexistentes y los
interlocutores son únicamente Villegas y Ábalos. El número dos de Rivera
también habló con el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo,
el lunes por la tarde. Apenas han trascendido detalles de la
conversación, aunque las declaraciones públicas de Villegas asegurando
este martes que "no hay novedad" porque "nadie se mueve" indican que los avances con el PP son nulos.
"Rajoy insiste en que aquí no pasa nada y no ven que la legislatura
esté acabada", zanjaba el secretario general naranja. Intentar la vía
del acuerdo con los populares era indispensable para los de Rivera, dado que el plan A de
Ciudadanos siempre ha sido que si la moción de Sánchez fracasaba (ellos
votarían en contra), la presión sobre el presidente del Gobierno sería
mayor y ellos exigirían un acuerdo para anticipar elecciones y conseguir
"un final ordenado de la legislatura".
Pero, ahora, todo parece indicar que esa vía ha fracasado y, como consecuencia, los contactos entre Ciudadanos y PSOE están en plena efervescencia. Este martes, Villegas también aseguraba que los socialistas "seguían sin rectificar" y les instaba a valorar la "moción instrumental", que tanto demandan los de centro, con un "único punto en el programa" (elecciones), en vez de mantener la moción con Sánchez de candidato y un programa de gobierno para dar salida a las "urgencias sociales". La cuestión es que los socialistas parecen estar dispuestos a pactar una fecha de elecciones anticipadas si ello les garantiza que la moción salga adelante. Aunque Ciudadanos siempre ha apuntado al otoño como fecha idónea, dirigentes naranjas ya matizaron hace días que "se podía discutir sobre semanas o algún mes". Con todo, el objetivo sigue siendo que se celebren antes de que este año termine y antes de las municipales y autonómicas (primavera de 2019).
Iglesias quiere ahora dialogar con Cs para lanzar su propia moción si fracasa Sánchez
Por si el fracaso en las conversaciones con el PP fuera poco, el lunes se produjo un nuevo órdago por parte de Pablo Iglesias, al anunciar que si Sánchez fracasaba, él impulsará una nueva moción para convocar elecciones en la que se muestra "dispuesto a dialogar con Ciudadanos".
Una propuesta muy similar a la que buscan los naranjas. Sin duda, esta
iniciativa del líder de Podemos daría un nuevo giro a la situación
provocando un necesario acercamiento entre PSOE y Ciudadanos. El primero
no podría asumir que su rival en la izquierda liderara una moción
después de que su secretario general perdiera la suya, y los segundos,
difícilmente podrían llegar a un acuerdo con el partido morado para
impulsar una moción con el objetivo de desbancar a Rajoy. En otras
palabras, el anuncio de Iglesias es un callejón sin salida para Sánchez y Rivera, que ahora tienen más motivos que nunca para tratar de buscar un punto de encuentro.
PALOMA ESTEBAN Vía ELCONFIDENCIAL
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