Frank Sinatra, veinte años sin 'La Voz'
EFE
El 14 de mayo de 1998, Francis Albert Sinatra,
moría a los 82 años en Los Ángeles, rodeado de su familia. Cantante,
actor y compositor nacido en 1915 en el estado de Nueva Jersey, era hijo
de un matrimonio italiano compuesto por un genovés, que se ganaba la
vida en el boxeo, y una siciliana. Una pareja de emigrantes que
esperaban que el sueño americano se materializara viendo a su único hijo
convertido en ingeniero.
Buen deportista, Frank fue boxeador como su padre
y también practicó la natación y el atletismo, destacó como velocista,
llegando a ser un buen periodista deportivo, mientras comenzaba a hacer
sus pinitos en el mundo de la canción.
En 1936 cuando iba acompañado por su futura mujer, Nancy Barbato, escuchó a Bing Crosby, ídolo norteamericano de la época y allí decidió que sería cantante y, para ello, se presentó a un concurso de radio, que lo ganó.
Viajó a lo largo de todo Estados Unidos y grabó diez discos, pero solo registró una canción titulada "From the bottom of my heart"
Su primer trabajo fue de camarero y cantante en "La Cabaña Rústica", donde el trompetista y director de big band, Harry James, le propuso que entrara en su orquesta como cantante.
Viajó
a lo largo de todo Estados Unidos y grabó diez discos, pero solo
registró una canción titulada "From the bottom of my heart". Para
entonces ya tenía revolucionada a la audiencia femenina de todas las
edades, con unos directos donde las precursoras del fenómeno "fan"
encontraron a su ídolo. En 1943 obtuvo su primer "disco de oro",
mientras firmaba con la productora discográfica "Columbia" un contrato
en exclusiva, que le dio tanta popularidad como la del gran Crosby. En cine,
su primer papel protagonista fue en "Higher and Higher", comedia
romática y musical, en la que Sinatra se interpretaba a sí mismo, y que
obtuvo dos nominaciones al Óscar en 1944, pero su gran éxito llegó ese
mismo año con “Step Lively", a la que siguió la famosísima "Anchors
Aweigh" (1945) al lado de Gene Kelly. Tras protagonizar algunos trabajos
cinematográficos en estudios de segunda fila, y a fuerza de mucho
insistir, consiguió interpretar "From Here to Eternity" (1953), dando
vida al soldado Angelo Maggio, dirigido por Fred Zinnemann, que le valió
el Óscar al mejor actor secundario.
Durante los años cincuenta, vivió su gran etapa dorada
como actor. En 1954 grabó "Young at heart" junto a su gran amiga Doris
Day y luego vendrían, títulos como “Suddenly” (1955), “The Man with the
Golden Arm”, de Otto Preminger, también en 1955, o “Not as a Stranger”
de Stanley Kramer, y “Guys and Dolls” de la mano de Joseph L.
Mankiewicz.
En 1961 Sinatra fundó su propia compañía
musical: Discos Reprise y el álbum "Come dance with me" obtuvo otro
disco de oro, al que seguirían una larga lista hasta hacer una leyenda
de su carrera musical
En ese año, volviendo al cine,
hizo el filme “The Devil at 4 O’Clock” de Mervyn LeRoy y, en 1962, rodó
tres películas, entre las que destaca “The Manchurian Candidate”, de
John Frankenheimer. Después se puso bajo el mando de John Huston, en
1963, en el filme “The List of Adrian Messenger” y lo remató con “4 for
Texas”, de Robert Aldrich.
En su carrera trabajó al
lado de Spencer Tracy en la mencionada "“The Devil at 4 O’Clock” y, a
partir de 1965, en varias cintas bélicas, y hasta se atrevió a dirigir
una película "None But the Brave” sobre la II Guerra Mundial, hasta que
encontró un nuevo filón en el cine negro, en cintas compaginadas con
éxitos musicales.
El tema que más fama le dió "Strangers in the Night", canción que le inmortalizó junto con "Something stupid"
En el 66 graba el tema que más fama le dió "Strangers in
the Night", canción que le inmortalizó junto con "Something stupid",
ésta última grabada a dúo con su hija. Pero fue "My way", icónica
canción del 69 quien lo inmortalizó, y que se comnvirtió en número uno
en la mayoría de las incipientes listas de éxito de la época.
Se
trata de una canción eterna ajena a tiempos y modas, pero que pronto
terminó odiando Sinatra pues “le parecía, no sin razón, que era su
testimonio en vida”, recuerda Kitty Kelley en la biografía que dedica al
polifacético artista. A lo largo de los ochenta, no grabó discos, se limitó a dar conciertos en vivo.
Todavía se recuerda su concierto en el Albert Hall de Londres en
septiembre de 1984. Cuatro años después, recorrió junto a Dean Martin y
Sammy Davis Jr., gran parte de Estados Unidos. Tenía 73 años.
Dos menos tenía “La Voz” cuando actuó
en Madrid, en el estadio de fútbol del Real Madrid, el Santiago
Bernabéu. Poco después fue operado de una inflamación intestinal. En el
92, con 77 años, actuó de nuevo en España
En cuanto a
su vida personal, tuvo tres hijos de su primera mujer, Nancy Barbato:
Nancie, Franckie y Cristina (Tina), un matrimonio que duró de 1939 a
1951. Pero ese mismo año se casó con la actriz Ava Gardner, el amor de
su vida, de la que se divorciaría en 1957.
Tras un
breve matrimonio -del 66 al 68-, con la jovencísma Mia Farrow, treinta
años más joven que él; en 1976 se casó con Barbara Marx, viuda de Zeppo
Marx. “Uno de los grandes errores de mi padre -decía su hija Tina-, fue
casarse con Mia Farrow, casi treinta años más joven que él. Era celoso
ya con problemas de poder resultar viejo….. El rodaje de “Rosemary's
Baby” (1968) (La Semilla del Diablo) de Roman Polanski fue el detonante
del final”.
Amigo de la mafia
Toda
la verdad, y más, la contó su hija Tina para la pequeña pantalla en una
miniserie norteamericana, donde reveló datos sorprendentes.
En
ella comentaba que Sinatra fue amigo de un gran número de políticos
norteamericanos, de todos los credos, desde Kennedy, -para el que
organizó la fiesta cuando llegó a la Casa Blanca-, a Reagan, Nixon o
Ford, y como cantante participó en sus campañas electorales. Cuenta su
hija y sus biógrafos, que era un hombre maníaco depresivo,
que necesitaba en cada momento ser amado, admirado por sus mujeres, sus
amigos… y sus mafiosos, a lo que aportaba una Jack Daniels Reserva al
día, cigarrillos de una conocida marca americana a discreción y vestido
como un dandy. Y que gastaba fortunas. Según el testimonio de Tina en
diversas revistas, “poseía un talento inconmensurable para cantar,
romper muebles de rabia por su corrosivo carácter y exagerar el narciso
encanto por John Kennedy, con el que ejercía incluso de celestino”.
Sinatra tuvo grandes problemas con la
justicia y, de hecho, no acabó en los tribunales porque los detuvo el
propio John Kennedy. Pero, a cambio, el entonces presidente de Estados
Unidos se vió obligado a terminar su amistad con él.
Era
muy amigo de un capo de la mafia italiana que fue llamado a declarar
por prostitución, venta de drogas y otros delitos…. Su propia hija contó
abiertamente que “le gustaba la mafia … ser un mafioso”. Por eso hizo
la serie de los “Ocean Eleven” como homenaje.
Odiaba el rock
No
se puede entender cómo un amante tan soberbio de la música odiase el
rock y lo calificase de “brutal, horrible, degenerado y vicioso”.
Tal fue así que cuando Sinatra creó su propio sello discográfico, Reprise Records
en los sesenta, prohibió que participara en él cualquier artista rock.
Hasta de la conocida canción de The Beatles, " Yesterday", llegó a decir
que se trataba de una “melodía bastarda”. Solo Neil Young o Jimi
Hendrix pasaron por su sello.
En definitiva odiaba el
rock , quizá por celos artísticos, o por reconocerse ya de otra
generación anterior y unido a su soberbia le impidieron reconocer el
talento de los cuatro de Liverpool. Tan solo valoró el tema “Something”
del que dijo ser “la más bella canción de “Lennon & McCartney” .
Posiblemente fuera su cuarta mujer,
Barbara, quien le mantuvo sobre los escenarios al final de su carrera, o
él mismo, tras obtener en 1993, un gran éxito con un disco de duetos
que grabó junto a Barbra Streisand, Aretha Franklin, o Liza Minelli, lo
que le animaría a seguir de gira a pesar de que ya le temblaban las
manos e, incluso, se le olvidaban las letras al cantar.
El
Alzheimer le estaba consumiendo, le hacía tirar los vasos de whisky al
suelo, pero no la toalla . Ni siquiera en 1994, cuando se cayó al minuto
de empezar su “odiada” "My way", un mes después volvió a desplomarse en
Atlantic City. Y el colofón final fue, en 1995, cuando se desmayó en
otra actuación sin haber cantado su tema estrella.
Ya
al final de su vida, cuando Sinatra se enteró de la demolición del viejo
“Sands” -era como el Rosebaud para Orson Welles- el palacio de su vida,
parece que entendió que su mundo se derrumbaba. Murió al poco tiempo.
AMAIA GONZÁLEZ MANJAVACAS Vía VOZ PÓPULI
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