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miércoles, 24 de mayo de 2017

La fuerza de un Sánchez renacido contra la debilidad de un Rajoy en minoría

Volvemos a septiembre del año pasado, a la oposición frontal contra Rajoy, al acercamiento y rivalidad abierta con Podemos, y a una situación política inestable para los grandes temas de Estado.

La fuerza de un Sánchez renacido contra la debilidad de un Rajoy en minoría. EFE
 
Para entender la victoria de Pedro Sánchez el domingo, hay que aceptar primero la existencia de dos fuerzas externas, pero no ajenas, al control del PSOE. Primero la crisis económica y el desplome de la social democracia tradicional como una opción de gobierno entre los votantes occidentales y, segundo, el auge de fuerzas o corrientes de izquierda alternativa (Syriza, Jeremy Corbyn, Podemos, etc.) en respuesta a dicho primer fenómeno. El entorno económico en el cual los partidos socialistas existían hasta la quiebra de Lehman Brothers cambió y el PSOE en España, el (Nuevo) Partido Laborista en Reino Unido o el PASOK en Grecia no fueron capaces de articular propuestas que entusiasmaban a sus votantes. No se adaptaron lo suficientemente rápido a los tiempos nuevos.

Las raíces del problema están en las actitudes históricas de los socialistas hacia la economía
De momento, esto se ha tratado más como un problema político pero, visto lo visto, sospecho que las raíces del problema están en las actitudes históricas de los socialistas hacia la economía, y de ahí las soluciones que los partidos socialistas no han podido ofrecer aún a los contribuyentes en este siglo XXI. Tal vez tendrán que remontarse a antes de Marx y a los conceptos básicos sobre la propiedad privada y el capital. Habría aún oportunidades en cuanto a la propiedad de las empresas públicas, la consideración del bien público, o el patrocinio de la innovación, por ejemplo, si la izquierda está dispuesta a tirar a la basura sus anteriores pensamientos estatistas, pensar de manera más radical y prepararse para una lucha contra los capitalistas neoliberales de derechas. De momento, nadie en la izquierda parece haber hecho ese pensamiento de manera satisfactoria.
En España en 2014, esas fuerzas dieron luz a Podemos, que de repente llegó a la política española en las elecciones europeas en mayo de ese año, ganando cinco escaños en el Parlamento Europeo. Rubalcaba dimitió al día siguiente, el Rey Juan Carlos abdicó, el Rey Felipe fue proclamado, y el PSOE eligió a su nuevo líder: Pedro Sánchez. A Sánchez se le consideraba entonces una opción más segura y fue respaldado por…Susana Díaz y los barones, contra Eduardo Madina, porque a Madina no le tenían tanta confianza por el tema de la monarquía y las raíces republicanas del PSOE.
Su victoria no ha sido sólo contra Susana Díaz, sino contra Felipe González, Zapatero y todos los demás
Dos años más tarde, habían perdido la confianza en Sánchez, quien se había parapetado tras su "no" obstinado a Rajoy, después de dos elecciones generales inconclusas en un periodo de seis meses. Por defender su posición, Susana Díaz y los barones le echaron en el famoso golpe de palacio del 1 de octubre del año pasado. El PSOE fue entregado a la gestora afín a los barones y se abstuvo a finales de octubre a favor de un nuevo gobierno de derechas liderado por Mariano Rajoy. Sánchez dejó su escaño y anunció que se iba de viaje por España para conocer mejor a los militantes socialistas. Dicha estrategia obviamente ha funcionado, y venció en las urnas a Susana Diaz y todos los barones—alineados en su contra, cual campo de batalla medieval—el domingo, con un margen de más de 15.000 votos. Su victoria, pues, no ha sido sólo contra ella, sino contra Felipe González, Zapatero y todos los demás, quienes optaron por la lideresa andaluza. Los militantes del PSOE rechazaron la tutela del establishment socialista y rechazaron la política de abstención a favor del PP.
A todo eso se refería el diputado socialista (y Sanchista) Odón Elorza el domingo por la noche en su tuit cuando hablaba de la victoria de "la épica". Es una revancha tremenda para Sánchez. Ha renacido, políticamente.
No obstante los problemas filosóficos económicos a largo plazo, que la victoria de Sánchez no va a solucionar, volvemos al tema principal: el poder y quien lo ostenta. Volvemos a septiembre del año pasado, a la oposición frontal contra Rajoy, al acercamiento y rivalidad abierta con Podemos, y a una situación política inestable para los grandes temas de Estado. La moción de censura sería uno (imagínense la preocupación en Bruselas y Berlín si prosperara), el tema catalán sería otro, y los presupuestos de 2017 un tercero. Todos podrían ser nuevamente problemáticos tras la victoria de Sánchez.
Los titulares dicen que Rajoy ha rechazado de momento convocar elecciones anticipadas tras la victoria de Pedro Sánchez
Quizás por eso tanto El País como Mariano Rajoy decidieron intentar dominar portadas y telediarios este lunes con el tema catalán. El País publicó su "exclusiva" sobre la ley de separación que están preparando los separatistas. El PP tituló su nota de prensa sobre Rajoy con la siguiente cita: "No vamos a aceptar que Puigdemont amenace y chantajee al Estado". Los titulares dicen que ha rechazado de momento convocar elecciones anticipadas tras la victoria de Pedro Sánchez, pero el hecho es que la Constitución no le permite en estos momentos disolver las Cortes. El Artículo 115.2 reza «La propuesta de disolución no podrá presentarse cuando esté en trámite una moción de censura»; en esas estamos por la jugada de Podemos el viernes. El Congreso me confirmó el lunes que esto es así.
La política española vuelve a ser emocionante.

                                                                MATTHEW BENNETT  Vía VOZ PÓPULI

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