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sábado, 11 de marzo de 2017

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PISA

Todos los ríos de tinta que corran con respecto a PISA no serán suficientes para destacar los beneficios educativos de una evaluación externa, realizada por un arbitraje imparcial desde la OCDE, al margen de las contiendas políticas nacionales.


Siempre nos quedará PISA. EFE/Wolfram Kastl





¿Se podría acuñar la expresión milagro educativo? A la vista de los resultados en PISA de países que han optado decididamente por mejorar su educación, puede que no sea exagerado. La expresión milagro económico es reconocible como sinónimo de periodos expansivos de crecimiento y desarrollo consecuentes con la aplicación de reformas económicas, y no sería mala idea exportar dicha expresión al campo de la educación.
PISA, el programa internacional de evaluación de estudiantes de la OCDE agita a gobiernos de todo signo político cuando hace públicos resultados educativos del mundo cada tres años. Si se analizan las reacciones que se suscitan en cada país, no está claro si la mayor agitación es por el conocimiento de los datos o por la publicidad urbi et orbi que, desde París, de ellos se hace.
PISA nos permite poner coherencia para demostrar mediante datos si los discursos verbal y real coinciden
Con frecuencia los discursos verbales públicos que, en su solemnidad primaria, buscan congraciarse con la educación en momentos determinados, están llenos de afirmaciones altisonantes sobre la importancia de la educación para el presente y futuro de la sociedad. PISA nos permite poner coherencia para demostrar mediante datos si los discursos verbal y real coinciden, si las palabras exteriorizan un compromiso con ese futuro que se promete, o son construcciones huecas sobradamente utilizadas en cualquier parte del mundo en faenas públicas de aliño.
En París, siempre la misma ciudad, sede de la OCDE, y en el mismo mes, diciembre, con escrupulosa regularidad cumplido cada trienio desde la primera edición de esta evaluación internacional en el año 2000 a la última presentada en 2016 (realizada en 2015), se tiene la oportunidad de conocer resultados de la educación mundial que se convierten en una imagen diagnóstica de cada país participante; basta para ello con analizar la evolución y tendencias de sus datos a lo largo de los años.
Existen hoy día sistemas educativos en los que las decisiones tomadas han transformado muy positivamente sus resultados
Existen hoy día sistemas educativos en los que las decisiones tomadas han transformado muy positivamente sus resultados. PISA se ha convertido en una poderosa herramienta de influencia sobre las políticas educativas; desde los resultados de su primera edición hasta la última, hay transformaciones admirables, algunas sobradamente conocidas y lejanas a nosotros. Otras son ejemplos cercanos: el caso de Alemania, Polonia y Portugal, es ilustrativo:
Tabla
Tabla Isabel Couso
PISA demuestra que “todos los países pueden seguir mejorando, incluso los más avanzados” (3), y descubre que los sistemas educativos de éxito comparten características y adoptan medidas que tienen notable influencia en el rendimiento escolar.
Todos ellos consiguen aumentar sus alumnos excelentes (niveles 5 y 6 de máximo rendimiento), sus alumnos resilientes (rinden por encima de las bajas expectativas de su entorno social, económico y cultural), la lectura, la consideración de las materias científicas dedicándoles mayor tiempo escolar, la motivación y autoconfianza de los alumnos, todas las titulaciones escolares, o la igualdad de oportunidades porque ... equidad y buenos resultados no son excluyentes: la equidad no es escasas diferencias de rendimiento entre todos sino alto rendimiento para todos…(4), y consiguen disminuir drásticamente sus alumnos que no alcanzan las competencias básicas (niveles 1 y 2 de mínimo rendimiento), el efecto negativo del nivel social, económico y cultural sobre los resultados de los estudiantes, el absentismo, la repetición de curso...
PISA evalúa alumnos de 15 años, y este criterio de edad no está seleccionado al azar
PISA evalúa alumnos de 15 años, y este criterio de edad no está seleccionado al azar, Desde los 15-16 años, en la mayoría de los países los estudiantes ya pueden optar por continuar sus estudios o emprender otra vida, fuera de la escuela, en el mercado laboral, en la que aplicarán lo que en la educación han aprendido para su vida personal y profesional; por eso es importante esta medición, porque proporciona indicios sobre la preparación de los jóvenes para desenvolverse en el futuro y contribuir activamente al mundo real.
Todos los ríos de tinta que corran con respecto a PISA no serán suficientes para destacar los beneficios educativos de una evaluación externa, realizada por un arbitraje imparcial desde la OCDE, al margen de las contiendas políticas nacionales, y gracias a la que cada país se compara con todos y cada uno de los países y economías participantes (72 en la última edición), mediante una extensa cantidad de datos fiables sobre la educación, muchos más de los conocidos por el gran público sobre las principales competencias evaluadas: lectura, matemáticas, ciencias.
Tirar de orgullo nacional y convicción como han hecho otros en un gran esfuerzo colectivo por mejorar su educación, está al alcance de todos
A través de PISA se adquiere una visión certera sobre la adecuación gasto/resultados en cada país en el sentido de si el importante volumen de recursos públicos y privados con los que se financia la educación son movilizados en la dirección certera para obtener los resultados deseados. Viene a ser lo mismo reflexionar sobre si las políticas públicas están consiguiendo con eficacia y eficiencia sus objetivos educativos, si sus recursos están siendo destinados donde más se necesitan, en aquellos ámbitos que puedan producir diferencias en la buena dirección.
Tirar de orgullo nacional y convicción como han hecho otros en un gran esfuerzo colectivo por mejorar su educación, está al alcance de todos, pero si esto no llegase, al estilo de lo que dijo H Bogart/Rick Blaine en el clásico de la historia del cine Casablanca, de Michael Curtiz diremos…“siempre nos quedará PISA”…
Fuentes:
(3) y (4) PISA 2015 Resultados Clave (OCDE 2016)

                                                                      ISABEL COUSO   Vía VOZ PÓPULI

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