No hay en los documentos de trabajo que manejan los equipos de Susana Díaz, Patxi López y Pedro Sánchez elementos sólidos para ahormar un acuerdo sobre el funcionamiento interno del PSOE y la elección de sus candidatos. El debate sobre el modelo de democracia interna llegará abierto, pues, al 39º congreso previsto para junio.
En el borrador de la ponencia marco se apunta la dificultad que hay para conseguir que convivan pacíficamente tres ideas de democracia interna bien diferentes. En primer lugar, desde 2014 el PSOE elige de forma directa a su secretario general. Este procedimiento es muy propio de sistemas presidenciales y refuerza claramente la legitimidad del elegido. En segundo lugar, las estructuras intermedias del partido son más propias de sistemas parlamentarios, donde los comités federales, regionales y provinciales representan la voluntad de los afiliados en los periodos entre congresos. Por último, las agrupaciones locales socialistas responden más bien a modelos asamblearios, donde la militancia toma de forma directa las decisiones, tal y como defiende Pedro Sánchez. El reto del PSOE, se resume en la ponencia marco, es que estos tres modelos no aboquen a un choque de legitimidades.
La propuesta de Patxi López pasa por regular en el 39º congreso las consultas directas a la militancia solo “para cuestiones de especial relevancia”, siempre que partan de una propuesta del comité federal por mayoría o avalada por el 20% de la militancia. El documento propone que los acuerdos o coaliciones de gobierno se sometan siempre a estas consultas directas.
López también defiende que la elección del secretario general se haga a doble vuelta y que este solo pueda ser removido de su cargo antes de la finalización de su mandato por una cuestión de confianza o moción de censura patrocinada por el comité federal.
Pedro Sánchez va mucho más allá para evitar que el sistema de selección de candidatos y de cuadros políticos en el PSOE siga siendo endogámico y dé lugar a comités federales como el del pasado 1 de octubre, en el que se vio forzado a dimitir del cargo de máxima responsabilidad en el partido. Para Sánchez, los militantes deben tener “un papel central” en la toma de decisiones y ser considerados como la “columna vertebral” del partido. Ellos, propone el exlíder socialista en su ponencia, deben decidir los nombramientos de los cargos internos y ser consultados “en las grandes decisiones estratégicas”.
Opiniones contra las primarias
Los sanchistas plantean también sistemas de elección directa para los delegados que acudan a los congresos o a las conferencias políticas, toda una revolución para lo que ha sido el funcionamiento clásico del PSOE y su forma de organizar estos cónclaves.
Otro signo de distinción de Sánchez con respecto al resto de los candidatos tiene que ver con los simpatizantes. “Serán una parte fundamental de la organización socialista” y participarán en los procesos de designación de candidatos a las diferentes elecciones, se lee en su propuesta.
Frente a estos planteamientos, el equipo que asesora a Susana Díaz defiende que el PSOE siga funcionando según los esquemas tradicionales que incorporan los actuales estatutos, lo que da al comité federal, como máximo órgano del partido entre congresos, las mayores competencias en la toma de decisiones que resultan estratégicas para la organización a todos los niveles.
El debate sobre el modelo de partido, uno de los ejes sobre los que pivotará el 39º congreso, se produce en un momento en que buena parte de los barones regionales socialistas que apoyan a la presidenta andaluza rechazan en privado el sistema de primarias pues, a su juicio, ni ha proporcionado más militantes al partido ni tampoco más votos en elecciones sucesivas.
FEDERICO CASTAÑO Vía VOZ PÓPULI
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