* He dicho las grandes empresas, no sólo los grandes anunciantes.
* El matonismo de los de Pablo Iglesias hacen muy creíble las acusaciones de periodistas.
* Pero la vida es rica: hasta la indocumentada de Irene Montero puede tener razón.
* Porque lo cierto es que las grandes empresas presionan a los editores y estos a los periodistas.
* En concreto, los dircom están apretando las clavijas para controlar la prensa… aún más.
En nombre de periodistas, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) denuncia que los matoncillos de Pablo Iglesias, Podemos y aledaños, presionan e intimidan a plumíferos. Seguro que es cierto, aunque no me gusta esa tendencia al anonimato: concretamente los arrebatacapas de Podemos se irán de rositas.
De los comunistas siempre ha sido la amenaza, el matonismo, el abuso de poder y la tendencia al comportamiento mafioso. Pablo Iglesias no iba a ser menos.
Ahora bien, Irene Montero, esa lumbrera convertida en número dos del lumbrera Iglesias, ha respondido que quien en verdad intimida a los periodistas son los editores.
Y esto es bello e instructivo, porque demuestra que hasta la lumbrera de Irene Montero, número dos del lumbrera Iglesias, puede dar en el blanco.
En estos momentos, las grandes empresas, ojo, no sólo los grandes anunciantes, presionan como nunca a los editores quienes, a su vez, presionan a los periodistas. Incluso los políticos, cuando quieren domesticar a algún medio piden ayuda a los grandes del dinero.
¿Por qué grandes
empresas? Porque también las grandes empresas que no se anuncian, cuando
quieren dominar la crítica, pagan, no por publicidad, sino por no hacer
publicidad… que es el soborno más peligroso porque no se ve.
En estos momentos, los directores de comunicación de las grandes firmas hacen piña como nunca para recortar la inversión noble, la publicitaria, y aumentar la innoble: pagar sin anuncio.
Montero ha dado en la diana… aunque hay sido por casualidad.
Malos tiempos para la prensa. Podemos amenaza y las grandes empresas ahogan.
En estos momentos, los directores de comunicación de las grandes firmas hacen piña como nunca para recortar la inversión noble, la publicitaria, y aumentar la innoble: pagar sin anuncio.
Montero ha dado en la diana… aunque hay sido por casualidad.
Malos tiempos para la prensa. Podemos amenaza y las grandes empresas ahogan.
EULOGIO LÓPEZ Vía HISPANIDAD
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