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jueves, 22 de noviembre de 2018

Bruselas y Londres pactan el texto sobre la relación pos-Brexit sin mencionar Gibraltar

La UE y el Reino Unido han acordado un borrador de la declaración política sobre la futura relación tras el Brexit. El documento no hace ninguna mención al futuro de Gibraltar


Las banderas del Reino Unido y de la Unión Europea ondean británica y europea durante la visita de la primera ministra británica, Theresa May, al presidente de la Comisión Europea. (EFE)


Los negociadores de la Unión Europea y el Reino Unido han acordado un borrador de la declaración política sobre la futura relación entre Londres y Bruselas tras el Brexit, según ha anunciado el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. El texto perfila cómo será la relación comercial o en materia de seguridad tras la salida británica del club comunitario y allana el camino para que el acuerdo de ruptura se materialice en la cumbre de los 27 programada para este domingo.

"Acabo de enviar a los Veintisiete un borrador de la declaración política sobre la futura relación entre la UE y el Reino Unido. El presidente de la Comisión (Europea, Jean-Claude Juncker) me ha informado de que ha sido acordado a nivel de negociadores y acordado en principio a nivel político", ha escrito Tusk en su perfil de la red social Twitter. Según el documento, la Unión ofrece a Reino Unido una relación comercial “ambiciosa y flexible”, un partenariado que podría tener forma de “asociación comercial”.

El texto recoge la polémica cuestión de la frontera de Irlanda pero no hace una sola referencia a Gibraltar, un asunto que “todavía debe ser abordado” por los Estados miembros. "Puedo confirmar que la cuestión de Gibraltar, como la de la pesca, son cuestiones que deben aún ser abordadas, resueltas", indicó en la rueda de prensa diaria de la CE el portavoz-jefe comunitario, Margaritis Schinas, respecto al borrador.

El documento debe recibir el respaldo de los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 en la cumbre de este domingo, en la que los líderes de la Unión esperan dar luz verde a los borradores del acuerdo de retirada y de la declaración política con las directrices para la futura relación con el Reino Unido.

Españoles cruzan la frontera con Gibraltar para acudir a su puesto de trabajo. (EFE)
Españoles cruzan la frontera con Gibraltar para acudir a su puesto de trabajo. (EFE)

Algunos países han expresado reservas sobre esos documentos en aspectos como Gibraltar o la pesca. Es el caso de España, que quiere mayores garantías jurídicas de que tendrá la última palabra en cualquier futuro acuerdo con Gibraltar y considera que ahora no existe suficiente certidumbre en los términos empleados en el texto sobre la salida. De hecho, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado que su país votará contra el acuerdo de salida si no se producen cambios con respecto al Peñón antes de la reunión de mandatarios del domingo.

En cuanto a la pesca, España está también entre el grupo de países que han expresado su preocupación por el hecho de que el texto de la retirada no incluye el acceso de la flota pesquera europea a las aguas territoriales del Reino Unido tras el final del período de transición. La negociación de acceso ha quedado fuera del acuerdo de salida y queda pospuesta a las conversaciones sobre la relación futura, que comenzarán tras el 29 de marzo de 2019 y en la que entrarán también los términos de un futuro tratado comercial, algo a lo que se oponen España, Francia, Bélgica y Holanda, entre otros.

Estos dos capítulos deberán quedar cerrados en el acuerdo de salida antes de que los líderes puedan respaldar el texto íntegro en la cumbre del próximo domingo, para lo cual los negociadores de ambos equipos seguirán trabajando bajo las directrices de Juncker y May.




La 'premier' Theresa May, que viajará el sábado a Bruselas para cerrar los flecos pendientes del acuerdo, comparecerá esta tarde ante los diputados británicos para informar sobre el borrador pactado este jueves. La primera ministra, amenazada por una moción de confianza que técnicamente podría producirse en cualquier momento, advirtió ayer del "riesgo" de que no haya Brexit si el Parlamento británico rechaza el principio de acuerdo alcanzado con la UE. Esto solo traería más "incertidumbre" a Reino Unido, alertó May.

La rebelión del núcleo duro de los 'tories' euroescépticos, en medio de una grave crisis de Gobierno que provocó siete dimisiones en un solo día, ha perdido fuelle al no conseguir las 48 cartas necesarias para activar un proceso que podría terminar en primarias. Muchos temían que la 'premier' esquivase el derrocamiento y lograse un año de inmunidad, tal y como estipula el reglamento del Partido Conservador. Sin embargo, los "brexiteers" abogan ahora por votar en contra del acuerdo en Westminster.

En los últimos días, miembros de la oposición y diputados conservadores euroescépticos han adelantado que votarán en contra del acuerdo cuando se produzca su tramitación en el Parlamento, en caso de que este sea respaldado antes por los 27 en la reunión del Consejo Europeo del próximo domingo en Bruselas.

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