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lunes, 20 de mayo de 2019

Augusto del Noce y la delicada relación entre política y catolicismo


Opinión

Angela Pellicciari


Mientras en Polonia se formaban el temple moral y el genio intelectual de Karol Wojtyla y los cardenales polacos aún no se aventuraban por los meandros de las alcantarillas de Roma, también en Italia existía una prestigiosa intelectualidad católica que no siempre tenía razón, pero que se caracterizaba siempre por un pensamiento fuerte, culto y estructurado. Un pensamiento que, en consecuencia, podía ser discutido mediante argumentaciones racionales.

Por una parte estaban los católico-comunistas, encabezados por Franco Rodano, y por otra una personalidad singular que pensaba, escribía y actuaba fuera de cualquier esquema de pensamiento establecido. Un genio aislado. Un profeta, podría incluso decirse. Cuando yo preparaba el examen de ingreso en la escuela de economía y política dirigida por Franco Rodano y Claudio Napoleoni, tuve como texto de referencia El problema del ateísmo de Augusto del Noce. Ya el título dice mucho. En un momento en el que no solamente la diplomacia vaticana, sino los principales intelectuales y políticos de la época consideraban inexorable la implantación del marxismo en todo el mundo, Del Noce recorría otro camino: el camino del uso riguroso de la razón, que no transige con las modas y confía solo en el análisis de los datos de los que dispone. Y así, a partir de un atento análisis del marxismo, de sus fundamentos y de sus consecuencias (“la no-filosofía de Marx es una anulación de la filosofía”), Del Noce profetizaba la inexorable derrota del ateísmo marxista, el cual se precipitaría inevitablemente en el nihilismo.



Augusto del Noce (1910-1989) fue catedrático de Historia de las Ideas Políticas en la Universidad La Sapienza de Roma. Uno de sus últimos libros publicados en español es Modernidad. Interpretación transpolítica de la historia contemporánea.


Muchas paradojas y muchos vericuetos filosóficos parecían establecidos… Uno entre todos: Del Noce subvierte la relación entre moral y política que se daba por supuesta en Maquiavelo y en Marx: “El maquiavelismo separa la moral de la política, precisamente porque en él sigue existiendo la utopía cristiana; al  revés, Marx reconcilia la moral y la política precisamente por su negación de dicha antropología”; “el marxismo sustituye la subordinación cristiana de la política a la ética por la absorción de la ética en la política”. En Il cattolico comunista, Del Noce vuelve sobre su relación de confrontación y enfrentamiento con Franco Rodano por la idea de que el marxismo no es más que “un momento de purificación del cristianismo”.

La ocasión de hablar de Del Noce y de las características del pensamiento católico italiano de la segunda postguerra me la brinda la lectura del gran ensayo de Luca del Pozzo Filosofia cristiana e politica in Augusto Del Noce, que aborda de forma específica el problema de la relación entre política y catolicismo. Relación que debe tenerse en cuenta para contrarrestar la deriva irracional de la situación política italiana.



Es cierto que seguir a Del Noce por la compleja vía de sus razonamientos exige trabajo, dedicación y fatiga. ¿Vale la pena esa fatiga? La pregunta no es retórica: es que, para ser libre, hay que tener cultura. Es decir, hay que trabajar. Y esto, hoy, empezando por las alcantarillas, no es así.


                                                     ÁNGELA PELLICCIARI  Vía RELIGIÓN en LIBERTAD
                                                      Publicado en La Nuova Bussola Quotidiana.


Traducción de Carmelo López-Arias.

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