Una preocupante desconfianza hacia Europa

Como se vio en Milán, Salvini se ha consolidado como el principal líder de los movimientos y partidos dispuestos a dinamitar la UE

La imagen, el pasado sábado, de la plaza del Duomo en Milán repleta de seguidores de los principales líderes de la ultraderecha europea, con Matteo Salvini, Geert Wilders y Marine Le Pen a la cabeza, es el reflejo de la alarmante y creciente aceptación de los discursos xenófobos y euroescépticos por parte de una ciudadanía que ya no siente como propio el proyecto comunitario y desprecia sus principios y valores fundacionales. Entre los datos que se desprenden de la encuesta que publicamos hoy, son especialmente preocupantes los referidos a Italia y Francia, donde prácticamente uno de cada cuatro ciudadanos manifiesta una desconfianza absoluta hacia la Comisión Europea y el Europarlamento, dos de las principales instituciones de la UE. Además, el 36% de los italianos y el 38% de los franceses no confían en los partidos políticos, a los que consideran los principales responsables de la crisis económica. Supone, por último, un cuestionamiento de la democracia representativa el hecho de que en cinco de los seis países analizados, la mayor parte de la población (en el caso español más de un 50%), consideren que sería deseable dar más poder a los ciudadanos que a las instituciones.

Como quedó de manifiesto en Milán, Salvini se ha consolidado como el principal líder de los movimientos y partidos dispuestos a dinamitar la Unión Europea para regresar a un nacionalismo insolidario y excluyente que no tiene ya la democracia y la tolerancia como referentes políticos. El partido del primer ministro italiano no solo se convertiría, según los sondeos, en el líder más votado en Italia el próximo domingo, sino que con su alianza con el ultraderechista Frente Nacional en las elecciones europeas podría lograr que el electorado francés le diera la espalda al primer ministro galo. Emmanuel Macron, cuya imagen ha quedado erosionada por la crisis de los chalecos amarillos y que suscita el rechazo de más de un tercio de los franceses, se situaría por detrás de Marine Le Pen, lo que supondría el fracaso del único líder comunitario que ha hecho del discurso europeo su principal reclamo político.

No obstante este avance de los enemigos de Europa, los resultados del sondeo en el que ha participado Sigma Dos dan la mayoría en la Eurocámara a populares (191 escaños), socialistas (159) y liberales (94). La caída de los dos primeros sería compensada por los últimos, que experimentarían un gran avance. Entre los tres neutralizarían a la Europa de la Naciones y la Libertad (61 representantes), grupo en el se integran Salvini y Le Pen. En España, lo más significativo es la subida de Ciudadanos, que se quedaría muy cerca de sobrepasar al PP, la irrefutable victoria del PSOE, el desplome de Podemos, que perdería la mitad de los escaños, y la irrupción de Vox con 5 diputados.


                                                                                             EDITORIAL de EL MUNDO