Los anteproyectos de ley para desarrollar la 'tasa Google' y la 'tasa
Tobin' ya están en audiencia pública y llegarán a las Cortes sin verse
afectados por las cuentas del año que viene. Además, hay bastante
consenso sobre ellos, así que previsiblemente entrarán en vigor haya o
no haya Presupuestos
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
EFE
La posibilidad de que el Gobierno socialista acabe prorrogando los últimos Presupuestos
que elaboró Mariano Rajoy coge cada día un poco más de fuerza. El
Ejecutivo sabe hoy por hoy que es su mejor baza y ya ha empezado a
quitar dramatismo a esta posibilidad. La propia ministra de Economía, Nadia Calviño, reconoce ya públicamente que puede haber prórroga.
"Nosotros seguimos trabajando para tratar de armar esos consensos y lograr ese apoyo. Y si al final no se hiciese, el sistema que tenemos prevé, no es la primera vez que sucede, la prórroga presupuestaria,
y podemos hacer los ajustes necesarios", dijo este lunes la ministra a
su llegada a la reunión de ministros de Finanzas de la eurozona en
Bruselas.
Pero la prórroga no significa que el Gobierno vaya a renunciar a todas sus promesas. Los nuevos impuestos, por ejemplo, ya están en marcha, y se tramitarán haya o no Presupuestos. Los anteproyectos se aprobaron a mediados de octubre
y actualmente los textos están en audiencia pública. Tardarán poco en
llegar a las Cortes y, probablemente, se aprobarán y entrarán en vigor.
Y
es que hay bastante consenso entre los grupos políticos en la necesidad
de poner en marcha estas figuras en España, que también se están
desarrollando a nivel europeo. Así que es
poco probable que el Parlamento decida tumbar alguna de las dos normas
que, casi con toda seguridad, verán la luz ya entrado 2019.
Los nuevos impuestos
El Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales se
crea para gravar aquellas operaciones de la economía digital que
actualmente no tributan. Lo pagarán las empresas con ingresos anuales
mundiales de al menos 750 millones de euros y con ingresos en España
superiores a los 3 millones euros. Gravará al 3% los servicios de
publicidad en línea, servicios de intermediación y la venta de datos.
El Impuesto sobre las Transacciones Financieras,
por su parte, gravará con un 0,2% las operaciones de compra de acciones
españolas ejecutadas por operadores del sector financiero. Solamente se
someterán a tributación las acciones emitidas en España de empresas
cotizadas cuya capitalización bursátil sea superior a 1.000 millones de euros.
Con la primera figura el Gobierno espera recaudar unos 1.200 millones de euros, con la segunda unos 850 millones.
Las dos cifras, según los expertos, están algo infladas. La Autoridad
Independiente de Responsabilidad Fiscal (AiREF) es uno de los organismos
que ya ha advertido de que los ingresos no se cumplirán.
La tramitación parlamentaria se alargará y es probable que las nuevas figuras no puedan aplicarse desde el 1 de enero
Se alcancen o no los objetivos recaudatorios
y haya o no Presupuestos, todo apunta a que los nuevos impuestos
saldrán adelante y empezarán a aplicarse en 2019. Eso sí, no hay que
olvidar que la tramitación puede durar al menos un par de meses y que es
poco probable que estén listos para el 1 de enero.
Lo que queda más en el aire son el resto de cambios fiscales pactados con Unidos Podemos, como las modificaciones en el Impuesto de Sociedades o los impuestos medioambientales.
Al tratarse de figuras ya creadas, el Gobierno pensaba introducir los
retoques en la Ley de Presupuestos. Si no hay cuentas, será más
complicado hacerlo.
En todo caso, el ministro de
Fomento, José Luis Ábalos, ya ha dicho que el Gobierno tampoco va a
renunciar a sus grandes compromisos sociales, como subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros o mejorar las pensiones un 1,6% en términos generales y un 3% las mínimas. Sin Presupuestos, no quedará otra que hacerlo por decreto.
TERESA LÁZARO Vía VOZ PÓPULI
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