Artículos para reflexionar y debatir sobre temas y cuestiones políticas, económicas, históricas y de actualidad.
Translate
lunes, 29 de enero de 2018
La llave del conflicto cae a los pies del juez Llarena
Ahí estamos. A la espera de que
Puigdemont decida si se entrega, renuncia al acta de diputado, como han
hecho tres de sus compañeros de viaje, o sigue en el autodestierro
Foto: EC.
Para impedir que un fugado de la Justicia pudiera convertirse en presidente de la Generalitat con mando a distancia, una vez propuesta su candidatura por la Mesa del Parlament (martes 23), los ciudadanos miraron al Gobierno. Entonces el Gobierno, desairado por el Consejo de Estado, se encomendó al Tribunal Constitucional (viernes 26) y el Tribunal Constitucional se encomendó a la Justicia (sábado 27). Así es como la llave del conflicto cayó a los pies del juez Llarena.
Ahí estamos. A la espera de que Puigdemont decida si se entrega, renuncia al acta de diputado, como han hecho tres de sus compañeros de viaje a Bruselas, o sigue en el autodestierro. Entregarse le permitiría ser investido presidente de la Generalitat si el juez autorizase su excarcelación
para asistir al pleno, aunque nadie se lo garantiza. Seguir igual
acorta el camino para ser un juguete roto y perderse en el olvido.
Entretanto, le damos vueltas a la salomónica decisión del TCconocida el sábado.
Elude el pronunciamiento sobre la admisión o no admisión a trámite del
recurso del Gobierno (lo aplaza porque antes quiere escuchar a las
partes), pero prohíbe cualquier sesión de investidura que no cuente con
el candidato en carne mortal, reconociendo a Puigdemont el derecho a
defender su candidatura presencialmente. Si antes se ha entregado y si
antes cuenta con autorización judicial.
O sea, que el TC no acaba de darle la razón al Gobierno pero dicta medidas cautelares y sienta jurisprudencia sobre una situación no prevista en nuestro ordenamiento jurídico. La doctrina está clara:
Respecto a un ciudadano sometido a orden de busca y captura,
se ha impuesto el principio de lealtad institucional en un sistema de
separación de poderes. Si alguien tiene cuentas pendientes con la
Justicia, a sus expensas quedan ejecutivo y legislativo. Ninguna otra
institución puede ni debe interferir en su situación legal o política si
previamente no ha sido puesto a disposición del juez que dictó la orden
de detención e ingreso inmediato en prisión. Nada puede cruzarse en la
cuenta pendiente de Puigdemont con el juez Llarena. Ni el Gobierno, ni
el TC, ni la Mesa del Parlament ni el Consejo de Estado pueden tomar
medidas que alteren la situación de Puigdemont sin haber sido puesto a
disposición judicial anteriormente.
Ninguna
institución puede ni debe interferir en su situación legal si
previamente no se ha puesto a disposición del juez que dictó la orden de
detención
El Gobierno quiso encajar el sentido común en un marco legal
que no contempla el insólito supuesto de un presunto delincuente con
aspiraciones cesaristas. Y al legislador nunca se le pasó por la cabeza
que un fugado de la Justicia, encausado por gravísimos delitos, que vive en desenfadada reiteración delictiva, pretendería convertirse en un alto cargo del Estado.
Esa presunción de culpabilidad motivó el recurso del Gobierno,
que reclamó del TC la suspensión del pleno de mañana por admisión a
trámite del mismo. El alto tribunal se las ha arreglado para no
suspender el pleno, pero sí para impedir que se celebre al margen de la ley.
¿Cómo? Derivando hacia un juez del Tribunal Supremo la responsabilidad
de determinar si la presunción de culpabilidad apreciada por Moncloa es
impedimento para que Puigdemont pueda ser investido.
Y eso lo determinará cuando Puigdemont, si antes se ha entregado y ha entrado en prisión,
le pida el preceptivo permiso para someterse presencialmente a la
investidura. Lo concederá o no, en función de unas condiciones que
incluirán el compromiso de no reiteración delictiva y acatamiento
expreso a la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Son las generales
de la ley señaladas por el TC en el anticipo de la resolución que se hará pública en las próximas horas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario