RECONSTRUIR LA UNIDAD DEL CENTRO DERECHA POLÍTICO

/ALBERTO DI LOLLI

Despejadas todas las dudas y consolidado en la Presidencia del Partido Popular tras el archivo de la causa abierta sobre su máster, Pablo Casado tiene claro que la única forma de superar la deteriorada situación política española es recuperar la unidad de los partidos constitucionalistas, rota desde que la ambición de Pedro Sánchez le echó en brazos del separatismo catalán y de la izquierda radical que representa el partido de Pablo Iglesias. Con un Gobierno a la deriva e hipotecado por los onerosos acuerdos a los que ha llegado para permanecer en La Moncloa, el PSOE ha dejado de ser un partido fiable y comprometido con la defensa de la estabilidad institucional y la legalidad que representa el orden constitucional.

Por esta razón, el líder del PP se muestra partidario, en la entrevista concedida a nuestro periódico, de optimizar todos los recursos que sean necesarios con Ciudadanos para que el centroderecha logre recuperar el poder e incluso pueda aspirar a una mayoría absoluta. Casado propone llegar a acuerdos con el partido de Rivera en las provincias de menos de seis diputados, en las que el PP está muy consolidado y a la formación naranja le cuesta lograr representación, dada su escasa implantación territorial.

El presidente del PP, además, no descartaría ampliar los acuerdos para incorporar también a Vox, consciente de que su partido no va a disfrutar por el momento de la homogeneidad ideológica que ha representado históricamente. El espectro electoral del centroderecha liberal y conservador está más fragmentado que nunca y conseguir un mayoría suficiente de gobierno pasa por reconstruir la unidad a través del diálogo y la lealtad política.

Para ello, Casado está decidido a volver a conectar con aquellos votantes del PP que se sintieron desencantados con el liderazgo de Rajoy que, empeñado en dedicar todos los esfuerzos a la recuperación económica, se olvidó de hacer política y descuidó la defensa de muchos de los principios de los que el PP había hecho bandera. Tiene razón Casado al reconocer los errores cometidos en la etapa anterior, sobre todo en la gestión de la crisis en Cataluña, y prometer un liderazgo sin complejos y comprometido con la unidad territorial y con los valores liberales y conservadores. No volver a pactar con los nacionalistas, implantar el artículo 155 y pedir la ilegalización de partidos batasunizados como la CUP son tres de las medidas urgentes que garantiza si consigue llegar al poder.

Acierta también el líder popular al pedir a Pedro Sánchez que convoque elecciones cuanto antes, porque cada día que pasa la credibilidad del país se deteriora. El presidente socialista se ha mostrado incapaz de cumplir ninguna de las promesas que hizo tras la moción de censura que le llevó al poder y con su política de acercamiento al independentismo no ha hecho sino legitimar a quienes defienden el golpe secesionista. Poner fin a la legislatura sería lo más responsable por parte de Pedro Sánchez.


                                                                                       EDITORIAL de EL MUNDO