Presentarán un programa conjunto y participativo y se comprometen a acompasar "nuestras primarias el próximo mes de febrero". También apuestan por superar las siglas de Podemos
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el diputado de Podemos Iñigo
Errejón durante el acto conmemorativo de la Fiesta del 2 de Mayo. (EFE)
Nuevo terremoto con consecuencias impredecibles en Podemos, a poco más de cinco meses para las elecciones. Manuela Carmena, en el Ayuntamiento, e Íñigo Errejón,
en la Comunidad de Madrid, formarán un tándem electoral bajo la
plataforma Más Madrid que impulsó el entorno de la acaldesa para
presentarse a los próximos comicios al margen de Podemos e IU. A través
de una carta abierta,
ambos han pactado "extender la iniciativa Más Madrid también al ámbito
de la Comunidad" y coordinar "las propuestas en un programa conjunto y
participativo, acompasando nuestras primarias el próximo mes de febrero y
ofreciendo un proyecto integral, optimista y de futuro". Una iniciativa
personal de ambos candidatos sin esperar a Podemos e IU, que todavía no
han cerrado un acuerdo ni para concurrir juntos en el Ayuntamiento de
Madrid ni en la Comunidad.
Los dos candidatos dan así un golpe en la mesa de negociaciones que mantenían tanto Podemos como IU en la Comunidad de Madrid, y en las que ya se había alcanzado un principio de preacuerdo al que Errejón se resistía, como en la que mantiene el equipo del secretario general en Madrid, el exJemad Julio Rodríguez, con el equipo de la alcaldesa, para encajar a los miembros de la formación morada en la la lista municipal. Un movimiento sopresivo para anticiparse, ya que el plazo para ratificar el acuerdo a la Comunidad entre Podemos en IU remataba hoy.
El compromiso para "acompasar sus primarias" también supone que Errejón está dispuesto a concurrir con una lista diferente a la que se había confeccionado, primero, en las primarias de Podemos y, ahora, en las negociaciones para la confluencia con IU. De facto supondría poner un pie fuera de su propia organización.
La declaración de intenciones que muestran Carmena y Errejón invierte los términos, y al menos el segundo trata de tomar así la iniciativa siendo él quien sienta las bases de su propio proyecto e invita a las direcciones de los partidos a sumarse. "Este es un llamamiento a juntarse, a las fuerzas progresistas y a toda la ciudadanía con o sin adscripción de partido, a la que sigue atenta esperando un cambio y también a la que está en la apatía o la duda. La política es de la gente y la hacen las personas. Estamos convencidos de que la cooperación, la apertura y la transversalidad multiplican y son las mejores llaves para el futuro. Es más necesaria que nunca otra manera de hacer política que escuche más que grite, que proponga más que imponga, que colabore más que compita", argumentan en la carta distribuida esta mañana y que supone un órdago tanto a la dirección autonómica que lidera Ramón Espinar como a la estatal.
El conflicto por el control de la candidatura de Errejón y el proceso de confluencia había vuelto a estallar durante los últimos días. Si bien el candidato parecía resignarse a no contar con una total autonomía, se mantenía firme en la idea de desarrollar el proyecto político para el que lleva trabajando meses. Ahora ha decidido realizar una apuesta al todo o nada, mimetizándose con Carmena y con su nuevo partido político Más Madrid, en un intento de que la dirección se pliegue a los hechos consumados al quedarse sin otro margen de maniobra si no quiere abrir una crisis que echaría por la borda cualquier opción de conservar la alcaldía de Madrid o competir en condiciones por la Comunidad.
Las siglas de Unidos Podemos con las que se iba a concurrir a las elecciones autonómicas también quedan en el aire. Lo primero que intentó exigir el que fuera número dos de Podemos para presentar a las primarias internas era superar las siglas de Podemos. Ahora, en la carta abierta se apuesta por "abrir y sumar yendo más allá de las siglas: las fuerzas políticas del cambio son necesarias, la ciudadanía y su creatividad son imprescindibles". Las siglas y los logos que acompañan la misiva no son otros que los de Más Madrid. "El partido de Manuela", según lo definen fuentes de la dirección de Podemos, por lo que se hace más evidente el hecho de que Errejón sitúa un pie fuera de la organización que contribuyó a fundar y que, precisamente hoy, cumple su quinto aniversario.
El ex número dos también quería asegurarse de que podría tener la última palabra en la decisión sobre la marca electoral, la confluencia con Izquierda Unida y las candidaturas del resto de municipios madrileños, siendo representante legal del partido ante la Junta Electoral. El pulso se ha llevado al extremo, hasta el punto de que ha sorprendido tanto a la dirección autonómica como a la estatal, que previsiblemente de reunirá de forma extraordinaria y urgente a lo largo del día, según fuentes del partido, para valorar esta situación.
El cisma que no llegó a producirse en Vistalegre II, tras la derrota de Errejón en el congreso donde se enfrentó a Iglesias por el control de la organización, asoma ahora. A poco más de cinco meses de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, con la posiblidad de un adelanto electoral de los comicios generales y tras el pacto tripartito en Andalucía de PP, Ciudadanos y Vox que anticipa la configuración de un nuevo panorama en la política española. La duda se centra en estos momentos en cuánto tardará en escalarse el cisma al resto de territorios. Madrid siempre ha sido el epicentro de las guerras internas entre sectores y la pasada semana ya se celebró un cónclave en Zaragoza capitaneado por tres secretarios generales autonómicos críticos con la dirección.
IVÁN GIL Vía EL CONFIDENCIAL
Los dos candidatos dan así un golpe en la mesa de negociaciones que mantenían tanto Podemos como IU en la Comunidad de Madrid, y en las que ya se había alcanzado un principio de preacuerdo al que Errejón se resistía, como en la que mantiene el equipo del secretario general en Madrid, el exJemad Julio Rodríguez, con el equipo de la alcaldesa, para encajar a los miembros de la formación morada en la la lista municipal. Un movimiento sopresivo para anticiparse, ya que el plazo para ratificar el acuerdo a la Comunidad entre Podemos en IU remataba hoy.
El compromiso para "acompasar sus primarias" también supone que Errejón está dispuesto a concurrir con una lista diferente a la que se había confeccionado, primero, en las primarias de Podemos y, ahora, en las negociaciones para la confluencia con IU. De facto supondría poner un pie fuera de su propia organización.
La declaración de intenciones que muestran Carmena y Errejón invierte los términos, y al menos el segundo trata de tomar así la iniciativa siendo él quien sienta las bases de su propio proyecto e invita a las direcciones de los partidos a sumarse. "Este es un llamamiento a juntarse, a las fuerzas progresistas y a toda la ciudadanía con o sin adscripción de partido, a la que sigue atenta esperando un cambio y también a la que está en la apatía o la duda. La política es de la gente y la hacen las personas. Estamos convencidos de que la cooperación, la apertura y la transversalidad multiplican y son las mejores llaves para el futuro. Es más necesaria que nunca otra manera de hacer política que escuche más que grite, que proponga más que imponga, que colabore más que compita", argumentan en la carta distribuida esta mañana y que supone un órdago tanto a la dirección autonómica que lidera Ramón Espinar como a la estatal.
La carta conjunta de Carmena y Errejón: "Andalucía ha sido un toque de atención"
El conflicto por el control de la candidatura de Errejón y el proceso de confluencia había vuelto a estallar durante los últimos días. Si bien el candidato parecía resignarse a no contar con una total autonomía, se mantenía firme en la idea de desarrollar el proyecto político para el que lleva trabajando meses. Ahora ha decidido realizar una apuesta al todo o nada, mimetizándose con Carmena y con su nuevo partido político Más Madrid, en un intento de que la dirección se pliegue a los hechos consumados al quedarse sin otro margen de maniobra si no quiere abrir una crisis que echaría por la borda cualquier opción de conservar la alcaldía de Madrid o competir en condiciones por la Comunidad.
Las siglas de Unidos Podemos con las que se iba a concurrir a las elecciones autonómicas también quedan en el aire. Lo primero que intentó exigir el que fuera número dos de Podemos para presentar a las primarias internas era superar las siglas de Podemos. Ahora, en la carta abierta se apuesta por "abrir y sumar yendo más allá de las siglas: las fuerzas políticas del cambio son necesarias, la ciudadanía y su creatividad son imprescindibles". Las siglas y los logos que acompañan la misiva no son otros que los de Más Madrid. "El partido de Manuela", según lo definen fuentes de la dirección de Podemos, por lo que se hace más evidente el hecho de que Errejón sitúa un pie fuera de la organización que contribuyó a fundar y que, precisamente hoy, cumple su quinto aniversario.
Íñigo Errejón cede a IU el número dos de su lista (Sol Sánchez) obligado por la dirección
El ex número dos también quería asegurarse de que podría tener la última palabra en la decisión sobre la marca electoral, la confluencia con Izquierda Unida y las candidaturas del resto de municipios madrileños, siendo representante legal del partido ante la Junta Electoral. El pulso se ha llevado al extremo, hasta el punto de que ha sorprendido tanto a la dirección autonómica como a la estatal, que previsiblemente de reunirá de forma extraordinaria y urgente a lo largo del día, según fuentes del partido, para valorar esta situación.
El cisma que no llegó a producirse en Vistalegre II, tras la derrota de Errejón en el congreso donde se enfrentó a Iglesias por el control de la organización, asoma ahora. A poco más de cinco meses de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, con la posiblidad de un adelanto electoral de los comicios generales y tras el pacto tripartito en Andalucía de PP, Ciudadanos y Vox que anticipa la configuración de un nuevo panorama en la política española. La duda se centra en estos momentos en cuánto tardará en escalarse el cisma al resto de territorios. Madrid siempre ha sido el epicentro de las guerras internas entre sectores y la pasada semana ya se celebró un cónclave en Zaragoza capitaneado por tres secretarios generales autonómicos críticos con la dirección.
IVÁN GIL Vía EL CONFIDENCIAL
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