Jesús Nieto Jurado
El granito engrasado. La cuadratura del círculo. Hacernos pasar a Lola Delgado por feminista y a Sánchez por transparente. La licuación de la Sangre de San Pantaleón
y otros milagros son posibles en la corte ministerial. Desde un señor
que defrauda en la medida de sus posibilidades y sus cohetes a una
ministra cipotuda que cuando lozana no sabía que había grabadoras en
cada marisquería, el Gobierno bonito de Sánchez está en esos momentos
terminales: ahí donde el acojone y la cercanía del fin dan una salvífica
sensación de bienestar. Aquel adagio de "para lo que me queda en el
convento...".
Dijo Celaá, con su prosodia de
ursulina en los dictados de nuestra infancia, que el Gobierno era algo
así como de granito engrasado, y ya entendemos el nivel en Geología, en
Física y en la Dinámica de fluidos que tiene el Ejecutivo. Esta fecha
histórica del 1-O es buen momento, como cualquier otro, para echar la
vista atrás y ver que Sánchez hace a sus hombres y Sánchez los deshace.
El Narciso presidente es tóxico, y a su verita
vienen quedando inhabilitados tanto la que fuera una correcta fiscal
como la cuota ibérica -Duque- que tuvimos más cerca de
la Luna. Entretanto pasó el verano y pasó la vida, con Sánchez en
Doñana, donde se conoce que quieren más a Merkel que al presidente, y así se lo hicieron saber entre marismas y langostinos.
Festivales indies que dicen del nivel de un
presidente que no fue llamado para la alta cultura, helicópteros que se
daban vuelos gallináceos y presidenciales para epatar al contribuyente,
que es quien los paga. Y la mafia del taxi cambiándole la color al
único ministro que nos pareció potable, al pobre Ábalos, que sería buen vasallo si oviesse buen señor.
Y ya, cuando el otoño, Carmen Calvo
con un tricornio -imagen tétrica, pirata e imborrable- con esa voluntad
de la vicepresidenta de meter el hembrismo bajo los cuarteles del Duque
de Ahumada. Luego está el afán de la propia Calvo de coaccionar a la
prensa, cerrar periódicos y reabrirlos con el Quijote reescrito en
matriarcado y entregado por fascículos.
En el 1-O, estos ministrillos en el abismo pasarán
de perfil cuando las camisas pardas -CDR- hagan su marcha sobre Barna.
El Sol sigue saliendo y aún Calvo no ha intervenido a este Picalagartos:
tiempo al tiempo.
Vinieron a lavar y a limpiar, eso dijeron, y la cosa
patria ha acabado chorreando ministros que eran bonitos, humanos y que
se desataban en los postres. El CIS le pone gráficas a lo imposible y
así va todo.
JESÚS NIETO JURADO Vía EL ESPAÑOL
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