Los estudios históricos
referentes a los primitivos habitantes de la Península Ibérica durante siglos
no han mencionado los textos de los manuscritos celtas referentes a estos primitivos asentamientos. Dichos textos han sido normalmente evitados por los
especialistas, en primer lugar por desconocerlos o no prestarles la atención
requerida, en segundo lugar debido a que al estar escritos buena parte de ellos
en gaélico (Gaeilge) empezaron a ser traducidos en una época tan tardía como es
el s. XVII, en tercer lugar el desconocimiento y la dificultad de aprendizaje
de las lenguas celtas y por último no
podemos dejar de mencionar los intereses políticos y patrioteros que han
tratado y siguen tratando en la actualidad de desvirtuar los datos históricos
como meras elucubraciones realizadas por “malignos escribas medievales”.
Los
contenidos del Libro de las Invasiones
(manuscrito irlandés escrito en gaélico),
así como también los contenidos de otros manuscritos primitivos escritos
en gaélico, galés y latín en las Islas Británicas fueron considerados, y
todavía lo son por parte de los especialistas, como puramente mitológicos. Por
esta razón hablar del origen celta del reino hispano de Brigantia se ha
considerado como pura mitología. Brath, Breoghan y Golamh, algunos de los reyes
más representativos de este primitivo reino asentado en la remota esquina de
Galicia nunca han sido tratados seriamente.
Los últimos estudios han demostrado que existe
una alta proporción de parentesco sanguíneo entre Irlanda, Gran bretaña y la
cornisa cantábrica. En el periódico inglés The
Independent, miércoles 20 de septiembre de 2006, p. 7, aparecería un artículo sobre los trabajos que
un equipo de investigación dirigido por
el catedrático de Genética Humana de la Universidad de Oxford, Bryan
Sykes, ha realizado. Sus conclusiones muestran después de haber analizado el
ADN de 10.000 voluntarios de Gran bretaña e Irlanda que mayoritariamente sus
ADN es igual al de los habitantes de la Península Ibérica:
Un
equipo de la Universidad de Oxford ha descubierto que los celtas, el pueblo
indígena de nuestro país, son descendientes de una tribu de pescadores
ibéricos que cruzaron el Golf de Vizcaya hace 6.000 años. El análisis del DNA revela que tienen una
“huella digital” de genética casi idéntica a la de los habitantes de las
regiones costeras de España, cuyos propios antepasados migraron hacia el
norte entre el 4.000 y el 5.000 a. C.
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A team from Oxford University has discovered that the Celts, our
country’s indigenous people, are descended from a tribe of Iberian fishermen
who crossed the Bay of Biscay 6,000 years ago. DNA analysis reveals they
have an almost identical genetic “finger print” to inhabitants of coastal
regions of Spain whose own ancestors migrated north between 4,000 and 5,000
BC.
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Recogido e investigado
durante 10 años el cromosoma “Y” de las 10,000 muestras de los voluntarios de
las Islas Británicas se pudo comprobar que de los 6 clanes llegados a las islas
antes de la conquista normanda en el s. XII, todos los encuestados excepto un
pequeño porcentaje pertenecían a un solo clan, que llamaron clan “OISIN”
correspondiente a los descendientes llegados de la Península Ibérica. El ADN de origen hispano según este estudio,
es el elemento más común en Gran Bretaña e Irlanda, seguido en menor proporción
por el ADN de origen anglo-sajón, principalmente de vikingos (finales del s. VIII) y daneses
(s. IX), a continuación en la escala aparece el elemento genético llegado del
norte de África, después el de Oriente Medio para terminar con la huella
genética de los romanos en Gran Bretaña. Estos estudios aportan una prueba de
capital importancia en nuestro trabajo, a nuestras aportaciones históricas,
arqueológicas, lingüísticas y literarias esta nueva prueba muestra que
posiblemente no estábamos equivocados, frente a la política seguida por ciertos
investigadores que quizás han antepuesto su entusiasmo ideológico al frío
razonamiento de las pruebas científicas. La voz de Galicia, viernes 22 de
septiembre de 2006, apoyándose en estos estudios decía lo siguiente:
La ciencia genética ha venido a verificar
la leyenda de Ith hijo de Breogán . Ith, según el relato, vió Irlanda desde la
torre de Breogán (Hércules) y dio lugar a su posterior colonización. El relato
podría ser algo más que un mito. Los resultados de un estudio genético que ha
analizado el ADN de 10.000 británicos apuntan a que los celtas que se
convirtieron en la tribu dominante en
las Islas Británicas procedían de la península Ibérica. Brian Sykes profesor de
genética humana en la Universidad de Oxford, ha dirigido el estudio y publicado
sus conclusiones en el libro Blood of the
Isles.
Brian Sykes en la entrevista de La Voz de
Galicia, 22 de septiembre de 2006,
considera que “Países como Irlanda cuentan con una sólida tradición
celta con vínculos a España, como la historia de Mil Espane, y que seguramente
tiene sus raices en la relidad”, considerando que el relato de Mil Espane, la
muerte de Ith y la conquista de Irlanda se basaron en acontecimientos reales
aunque “los hechos de hace muchos años, como las migraciones, se han ido
transformando por la tradición popular hasta originar mitos y leyendas”, y
considera que el interés de los protestantes desde la Edad Media, generado por
la política protestante de Enrique VIII, fue el de alejar a Inglaterra del
catolicismo.
Estos preceltas o protoceltas hispanos
fueron capaces con sus ágiles barcos de cuero desarrollar una navegación
directa desde las costas del Cantábrico hasta el sur de Irlanda y Gran Bretaña.
El prehistórico puerto de Bares en las rías altas de la costa coruñesa, es el
punto más próximo en línea recta entre España y las Islas Británicas, quizás
éste fuera el punto o uno de los puntos estratégico para semejante singladura
mas a dentro a través de la corriente del Golfo. Si la travesía no se efectuó a
través del Canal de la Mancha , Los estudios de ADN no muestran la existencia
del elemento galo y sí el hispano, pudo ser debido a la cantidad de tribus
hostiles que podían existir en aquella zona.
Según diferentes estudios sobre el ADN de los habitantes de la
Península Ibérica y las Islas Británicas,
nuestro ADN es mayoritariamente el mismo que tienen los habitantes de
las Islas Británicas, como ya hemos dicho, aproximadamente de un 70 a un 90 por ciento. También estos estudios
genéticos nos demuestran que los españoles en todas las autonomías de España tienen
el mismo ADN, superior al 70%, y en casos
como los vascos de un 90% y catalanes de un 80% los más altos de España (véase
entre otros trabajos la investigación al respecto que aparece la revista American Journal of Human Genetics realizada por un
grupo de invstigadores internacionales de la Universidad de Leicester
(Inglaterra) y la Pompeu Fabra de Barcelona (firmado por los investigadores Hafid
Laayouni, Francesc Calafell y el catedrático Jaume Bertranpetit). Por lo tanto
si los irlandeses, que hablan una lengua celta, son considerados celtas, los
catalanes y los vascos por la misma razón también deben de ser considerados
celtas, y si los valencianos se considera que son de origen ibero también por
la misma razón son iberos los gallegos y los castellanos ya que tienen el mismo
ADN. El ADN hoy en día se considera una prueba científica, casi infalible. El historiador inglés G. M. Trevelyan, entre
otros, en su libro A Brave History of
England, nos dice que fueron los iberos los habitantes originales de la
Europa atlántica y también los constructores de la cultura megalítica de las
Islas Británicas. Monumentos megalitos que fueron construidos hace 4.500 o 5000
años. Estos iberos llegados desde la Península Ibérica formarían las primitivas
poblaciones de Irlanda, Gran Bretaña y Francia en las que hoy ateniéndonos a su
genética son mayoría. Patricia Balaresque y un grupo
de investigadores en 210 analizaron y publicaron en: A
Predominantly Neolithic Origin for European Paternal Lineages, el mapa genético de Europa Occidental, por
vía paterna (halogrupos del cromosoma Y), comprobando el predominio del halogrupo R1b, especialmente
en los países más próximas al océano Atlántico, donde llega a alcanzar el
90 % de sus poblaciones, y que se encuentra presente en la mayoría de
irlandeses, galeses, escoceses, franceses, belgas, españoles, portugueses,
ingleses del oeste, holandeses del sur, austríacos del oeste, italianos del
norte y alemanes del sur (podemos ver otros estudios sobre este tema en: http://www.eupedia.com/europe/Haplogroup_R1b_Y-DNA.shtm). Los estudios continúan y cada vez más se va perfilando
un nuevo mapa de primitivos habitantes y culturas de la Uníon Europea.
La evidencia
genética, como prueba científica, podemos decir que es incuestionable, el haplogrupo R1b de los españoles
está en más de un 70% de la población de Inglaterra, Irlanda , Gales y Escocia.
Si todos tenemos el mismo ADN en España, ¿que nos diferencia a los unos de los
otros? Solamente nos diferencian las manifestaciones culturales que han logrado
abrirse camino en determinados momentos de la historia. Los romanos dejaron su cultura y su lengua en
la Península Ibérica, pero el ADN de romanos e italianos según muestran estos
estudios es bastante diferente al nuestro. El número de romanos que se
establecieron en la Península Ibérica fue muy pequeño de ahí que su ADN sea
minoritario. Lo mismo podemos decir de los invasores musulmanes que trajeron su
cultura, véase la Mezquita de Cordoba, la Alhambra de Granada o el arte mudéjar
de las iglesias cristianas, aunque su lengua no pudo prosperar. Lo mismo
podemos decir de la influencia cultural de los judíos también minoritarios en
número. Tenemos que indicar que los estudios relacionados con el ADN al
mencionar Oriente Medio solo se centran
en un estudio del ADN de habitantes del norte de África y de Israel y no
informan de las posibles relaciones del ADN de griegos y visigodos (llamados
así mismos getas en Dacia), aunque consideramos que posiblemente son también
minoritarios. Referente a este último apartado podemos mencionar el trabajo
realizado referente al genoma de ocho restos humanos que vivieron hace entre
3.500 y 5.500 años y que se han encontrado en el yacimiento de El Portalón en Atapuerca (publicado en la revista PNAS).
Ateniéndonos a lo que dice Cristina Valdiosera, autora de la investigación,
actualmente en la Universidad La Trobe de Melbourne (Australia), los ocho
restos humanos de Atapuerca tienen un parentesco estrecho con los pueblos de
agricultores que se extendieron desde Oriente Medio hasta el occidente europeo y
considera que la mayor parte de los españoles tienen hoy en día cierta herencia
genética de la zona del Cáucaso, con un 43% de ADN común con el de la Europa
Atlántica) aparte de otras influencias
(La Vaguardia, 8-9-2015).
La siguiente pregunta que nos podemos hacer es ¿entonces por qué
siempre se ha dicho que España esta formada por dos grupos de gentes
mayoritariamente, celtas e iberos? La respuesta es muy sencilla porque los
iberos y los celtas fueron, según los estudios que poseemos, los dos pueblos
invasores primitivos conocidos que trajeron una cultura superior que impusieron
a la gran mayoría de los habitantes que ocupaban España desde hacía muchos
miles de años.
Cuando en 1987 publiqué el libro La
huella celta en España e Irlanda en el que aparece lo que considero una
clara relación de los habitantes de la Península Ibérica con los habitantes de
las Islas Británicas y de cómo la cultura hispana aparecía en dichas islas,
algunos especialista españoles consideraron que mis escritos eran un puro
error. Hoy genetistas y arqueólogos de la Universidad de Oxford, Como Brian Sykes y Barry Cunliffe, comparten
mis conclusiones, incluso especialistas
de otras universidades como T. Koch, Universidad de Gales, nos muestra
como la lengua celta ya aparece en los escritos tartésicos hispanos por lo que,
de ser cierto, serán los primeros escritos conocidos en lengua celta en un
lugar considerado de siempre como territorio preibero. Hoy en día otros prestigiosos
investigadores como Jürgen Untermann, estudioso y editor del corpus de
inscripciones ibéricas, consideran que el ibero tiene una relación real con la
lengua vasca cosa que antes negaban.
También
hoy en mis libros Los orígenes celtas del
reino de Brigantia: la génesis de España y Los orígenes históricos y culturales de la Unión Europea muestro como
la Iberia del Caucaso y la Tracia del Mar Negro junto con la Iberia del Cáucaso,
contienen una cultura primitiva que posteriormente aparece en la cultura de
España y las Islas Británicas, como son los relatos de los poemas ingleses Beowulf y Sir Gawain, el
tema de Paris príncipe de Troya, el Gárgoria y Habidis hispano o los relatos
del rey Arturo y su espada Excalibur estos últimos en la cultura de los osetas
(alanos) de la Iberia del Cáucaso. Vamos a ver ahora si todo esto es un nuevo
error.
Se considera que el R1b llega a
Europa durante el neolítico procedente de Oriente Medio, hace unos 7.000 años,
con los llamados pueblos indoeuropeos que mantenían unas formas culturales y
lingüísticas propias. Al ser los europeos del Occidente Atlántico los que
tienen mayor frecuencia de R1b, más que en Oriente Medio, se puede considerar
que los iberos y los celtas, portadores de este halogrupo R1b común a ambos, son
los nuevos transmisores de las nuevas formas lingüísticas y culturales., aunque
fueran una minoría venida al Occidente Atlántico siglos más tarde (la cultura
celta no es anterior al s. VII a. C.).
Un punto de enlace entre Oriente y Occidente sería la Iberia del
Cáucaso y otros territorios próximos, sus habitantes los osetas descendientes
de los alanos, conservan un 43% del R1b en su ADN, por lo que es lógico pensar
que existió una conexión primitiva entre estos habitantes, en la zona sur del
Cáucaso, entre el Mar Caspio y el Mar
Negro, con los habitantes de la Europa Occidental, ya que la zona sur del Cáucaso
se ha considerado siempre como el paso de muchas migraciones desde la zona
asiática.
Las
frecuencias más altas aparecen en los vascos 87% y galeses 89%. Seguidos por
los irlandeses 81%, escoceses 77%, españoles 72%, ingleses 60%, belgas: 63% y portugueses
del sur 50%. Y ya alejados
con menos frecuencia en italianos
40% y alemanes:
39%... Curiosamente en las regiones menos consideradas celtas de España se ha
encontrado el ADN R1b de los países eminente celtas. Con estos estudios la Galicia
celta aparece con solamente un 58% y Andalucía Occidental con un 55%, mientras que Andalucía Oriental, el centro de España y Castilla-La
Mancha alcanzaban un 72%, y para sorpresa de todos los no iniciados en
genética, cerca de los niveles de R1b más altos de Europa por encima del 80%,
que aparecen en Gales, Irlanda y la Bretaña francesa, los encontramos en
Cataluña y el País Vasco (ver P. Balaresque y otros: A
Predominantly Neolithic Origin for European Paternal Lineages, PLOS Biol, 2010
- journals.plos.org). El haplogrupo R1b también aparece en los habitantes de la antigua Tracia aunque en
porcentajes inferiores: en rumanos 13% y en búlgaros 17%,. Pero tenemos una nueva sorpresa, al otro lado
del Mar Negro frente a Tracia tenemos la Iberia del Cáucaso y Rusia. El porcentaje del R1b en Rusia es de un 2.8%,
mientras que su país vecino Iberia, actualmente Georgia, habitada por los
osetas descendientes de los alanos con un 43% del R1b se aproxima a los
habitantes del Occidente Atlántico. Como sabemos los alanos acompañaron a los
visigodos en la conquista de España (ver Oxford Journals:
Haplogrupo R1b del cromosoma
Y).
R. SAINERO
Emeritus Professor. Academic, for invitation, of the Institute for Education and Research.
Publicado en el Correo Gallego. 8-abril-2016
BIBLIOGRAFÍA:
SAINERO, R: Los orígenes celtas del reino de Brigantia: la génesis de España. Ed. Abada (Madrid), 2008.
SAINERO, R.: La huella celta en España e Irlanda. Ed. Akal (Madrid), 1987.
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