He leído más de una reflexión al respecto y por eso me
parece relevante tratarlo hoy, pues es un tema de perenne actualidad
Por poco observadores que seamos, todos sabemos que en
los últimos 20 años se ha producido un empeoramiento de la situación de la
clase trabajadora en los países occidentales.
Las diferentes capas sociales se han distanciado, y cada
vez unos pocos son más pudientes y otros muchos a pesar de trabajar tienen un
nivel de vida bajo, tirando hacia muy bajo.
Se han perdidos puestos de trabajo en la industria que
estaban bien remunerados y se han sustituido por puestos en el sector servicios
con salarios más bajos y a veces con condiciones casi leoninas. Se ofrecen
contratos que deberían de dar vergüenza al que los ofrece.
Lo del “homo
homini lupus“ se está llevando a la práctica con total impunidad por muchas
empresas que después retribuyen con gran generosidad a sus altos directivos. Es
un capitalismo salvaje que deja en la cuneta del bienestar a cada vez mayores
capas sociales.
Por ello surgen voces ( la última que he leído es la del
Senador norteamericano Mark Warner ) reflexionando sobre la oportunidad de
reinventar el capitalismo.
No digo que el capitalismo no debería ser más “humano”,
lo que pienso es que los Gobiernos han dejado de gobernar y han permitido que
las empresas hagan de su capa un sayo.
Hay que ser flexibles y adaptarnos a las circunstancias
cambiantes del entorno, pero también hay que pagar los impuestos debidos y
estar sujetos a normas que de alguna manera defiendan a los ciudadanos.
En los últimos años, la liberalización mal entendida ha
permitido todo tipo de abusos por parte de los poderosos económicos, sin
contrapartidas para defender el trabajo de las personas.
Ese “laissez faire” hace que los gobiernos adopten la
figura de Don Tancredo en nombre de un bien común mundial que no se produce. Al
menos en los países occidentales.
Es un asunto de GESTION.
La especulación se combate con los impuestos adecuados (
elevados ) a los que la ejercen.
Los sueldos de miseria ( por debajo de los 1.000 euros )
se podrían contrarrestar si las Administraciones no contratasen a las empresas
que los pagasen.
Las subcontrataciones de las subcontrataciones, de las subcontrataciones ….. se evitan limitando por ley a que solo
haya un nivel de subcontratación.
Cualquier gobierno debe de luchar porque las empresas que
generen beneficios en su territorio, paguen los impuestos correspondientes. Sin
excusas europeas y otras triquiñuelas de las multinacionales.
Y así podría seguir “in aeternum”.
El
problema fundamental es de falta de GESTION.
Sufrimos una clase política sobreabundante e incompetente
que nunca ha trabajado en una empresa privada y no sabe lo que cuesta generar
el dinero. Por lo tanto lo gasta sin tino y sin ningún sentido de la austeridad
ni de la rentabilidad.
La austeridad la usan para recortar ayudas a los más
desfavorecidos, pero nunca a ellos y sus gastos. Nos sobran decenas de miles de
políticos ( tanto a nivel nacional como autonómico ) que apenas aportan nada.
En fin, creo que este problema no tiene solución. Los
populistas que han aparecido últimamente son aún más nocivos e incompetentes que
los que había antes.
Aunque tengo que reconocer que este escrito me ha servido un poco de desahogo, y pido disculpas por ello.
AMADOR PALACIOS en su blog Desde la terraza de Amador
No hay comentarios:
Publicar un comentario