Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en el exterior del Congreso en marzo de 2016.
EFE
Un año después de la dimisión de Pedro Sánchez como mandamás del PSOE, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha dejado de ser el abanderado de la oposición. Dos caminos entrecruzados. La Gestora socialista de Javier Fernández
dejó al jefe morado vía libre para comandar la izquierda y hacer frente
a las políticas del PP. Sin embargo, todos los movimientos convergen en
que su tiempo ha pasado. El problema de
Cataluña ha terminado por evidenciar que Iglesias ya no es capaz de
ofrecer a Sánchez ninguna alternativa convincente, si es que alguna vez
tuvo interés en permitir un Gobierno de marcado signo socialista. Porque
no hay que olvidar que el politólogo de la Complutense, flanqueado por IU y las mareas, siempre quiso tener igual o similar número de carteras ministeriales que los socialistas.
Ni el tramabús, ni la moción de censura de junio,
ni una Comisión por 'el derecho a decidir' (registrada en enero), ni la
Asamblea de alcaldes y parlamentarios anti-PP, última ocurrencia
de la factoría morada, han servido a Iglesias para abrir la espita de
una posible caída del Gobierno del PP. Más bien al contrario, las
últimas encuestas reflejan un estancamiento
de Podemos y un crecimiento del PSOE. Por contra, los socialistas sí
que han conseguido marcar agenda al prosperar en el Congreso de los
Diputados su propuesta de Comisión territorial o 'Comisión Cataluña'. Esta mesa, aceptada por el PP, por el grupo de Unidos Podemos
y por los nacionalistas, será la que vaya abordando futuras reformas
del modelo territorial y de financiación. Aquí, el PSOE, autor
intelectual de la iniciativa, tendrá un peso predominante, en detrimento
de Podemos.
El frente anti-PP
buscado por Iglesias con su Asamblea de alcaldes y parlamentarios ha
quedado desvirtuado a las primeras de cambio. Su reunión inaugural el
pasado domingo en Zaragoza confirmó que Esquerra Republicana
no quiere seguir los tiempos de Podemos. Pese a estar presente en el
encuentro -a puerta cerrada para evitar cualquier boicot desde el
público-, la delegación de ERC no llegó a suscribir el manifiesto de la
cita, en tanto la solución del "referéndum pactado" les pareció
insuficiente. Para el coportavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, la actitud de Podemos en esta cuestión está siendo la de un "pagafantas".
No obstante, más allá de ERC, que puede terminar comiendo en la misma mesa que Podemos, al estilo del vicepresidentJunqueras y Pablo Iglesias en casa del magnate Roures
un 26-A, lo más significativo en el devenir de la oposición ha sido la
respuesta dada este lunes por Ferraz a los intereses de Podemos y el
partido de Ada Colau (Catalunya en Comú). La alcaldesa de Barcelona, menos quemada que Iglesias y con más tirón en la calle, emplazó
a Sánchez en su intervención de Zaragoza a sumar fuerzas para desalojar
a Rajoy y conformar un Gobierno que negocie la celebración de un "referéndum pactado"
en Cataluña. "Desde la humildad y el respeto, la responsabilidad de
Estado hoy es escuchar a Catalunya, no alinearse con un PP bunkerizado
que está suspendiendo la autonomía de Catalunya", manifestó Colau.
Ni el 'tramabús', ni la moción de censura de junio, ni una Comisión por
'el derecho a decidir', ni la Asamblea de alcaldes y parlamentarios
anti-PP han servido a Iglesias para abrir la espita de una posible caída
del Gobierno del PP
En la misma línea se pronunció el secretario general de Podemos: "Hace falta un nuevo Gobierno de unidad plurinacional y democrática
que organice un referéndum y que lo negocie. "Compañero [Pedro]
Sánchez, no caigas en la trampa de construir un frente con el PP. No se
puede construir la democracia con el partido de la corrupción y el
autoritarismo", recalcó Iglesias.
La clave
está en que el líder del PSOE ni se está alineando con un PP bunkerizado
ni está construyendo frente alguno con el PP. Su único alineamiento es con el Estado de Derecho
y la defensa de la legalidad, y así están reiterando una y otra vez tan
él como sus principales colaboradores. La número cuatro de Ferraz, Carmen Calvo,
rechazó este lunes la oferta de Iglesias y Colau y enfatizó que "no es
el momento" de "abrir ni vías paralelas, ni de confrontar entre
nosotros" y reprochó a ambos que su pretensión no sea otra que la de
"adelantar escenarios y crear problemas paralelos a los que ya hay".
Todo
en ello sumado a la convicción de la dirección socialista de que ahora
mismo no hay una "mayoría de gobierno" que descabalgue al PP. Es por
ello por lo que el rechazo a otra moción de censura,
a ese segundo intento que suplican morados y comunes, se mantiene
firme. "Al PP le ganaremos en las urnas". Sánchez, con un discurso que
pesca votos en el espacio de Podemos (los que se fueron) y Ciudadanos (el centro del espectro que hace ganar las elecciones), ha conseguido por fin liderar la oposición. Y sin escaño en la Carrera de San Jerónimo, que no es poco. A Iglesias se le
acaba el crédito, de modo que tendrá que ir a rebufo del PSOE si
continúa viéndolo como presa del eterno sorpasso. La avaricia por la hegemonía de la izquierda.
SEGUNDO SANZ Vía VOZ PÓPULI
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