Como era previsible, la protesta del domingo que los convocantes consideran "un antes y un después" tendrá nuevas réplicas. Ciudadanos vuelve a la ofensiva institucional
Albert Rivera en la manifestación de ayer. (EFE)
“Esta concentración
va a ser un antes y un después”. Albert Rivera dejó clara su posición
este domingo en la plaza de Colón de Madrid. Más allá de la guerra de cifras
habitual en todas las manifestaciones (la delegación del Gobierno cifró
en 45.000 los asistentes frente a los 200.000 de los convocantes) y de
la respuesta de la izquierda insistiendo en que PP y Ciudadanos
“pincharon”, el líder naranja tiene claro que la convocatoria ha surtido efecto y considera un “éxito” el nerviosismo que muestran PSOE y Unidos Podemos. Como era de esperar, la manifestación del domingo marca el inicio de una nueva hoja de ruta mirando a las elecciones de mayo y a las que faltan por venir.
Como avanzó este diario, el objetivo de PP y Ciudadanos es que sea la primera de más movilizaciones. Pero no solo en la calle. La oposición continuará la ofensiva institucional que desde hace meses está llevando a cabo, aunque con poco éxito. El grupo parlamentario naranja registra hoy una Proposición No de Ley (PNL) sobre la necesidad de celebrar un Debate sobre el Estado de la Nación.
El pleno del Congreso deberá pronunciarse sobre esta petición y, aunque
salga adelante, es el Gobierno de Pedro Sánchez el que debe convocarlo.
En todo caso, los números actuales en la Cámara harán complicado que la iniciativa prospere.
Sánchez afronta su semana clave: clamor en la calle, Presupuestos y juicio al 'procés'
Previsiblemente,
Ciudadanos contará con el apoyo de los populares, UPN, Foro Asturias y
Coalición Canaria. Pero si Sánchez sigue contando con el apoyo de la
moción de censura (Unidos Podemos, los independentistas catalanes, PNV,
Compromís y EH Bildu) la propuesta volverá a quedarse metida en un
cajón, como tantas otras. Desde el grupo popular llevan también tiempo
insistiendo en que Sánchez debe comparecer (no lo hace
desde diciembre), a pesar de que en enero estaba prevista su
intervención en el Senado. No fue alegando que se encontraba en Davos.
La “desaparición” de Sánchez en las instituciones,
como la llaman PP y Cs, provocó precisamente la convocatoria de este
domingo en Colón. Conscientes de que era muy difícil llevar al
presidente del Gobierno a las Cámaras en estos días para preguntarle por
las negociaciones con los independentistas catalanes (el miércoles lo
que se debatirá en el Congreso será únicamente las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos), la oposición del centro-derecha consideró que hacía falta un movimiento de desgaste distinto y se lanzaron a la convocatoria exprés en Colón.
Pero PP y Ciudadanos tienen claro que las iniciativas institucionales tienen que continuar porque es el verdadero camino para mostrar el desgaste de Sánchez
y, sobre todo, el foro en el que el presidente debe explicarse, más
allá de mostrar el clamor popular en la calle contra los últimos
movimientos del Ejecutivo y la Generalitat.
Lo
que pretende ahora la formación naranja es que, después de casi cuatro
años sin que se celebre un Debate sobre el estado de la Nación, se
convoque uno para que el jefe del Ejecutivo explique “qué pasa con las
negociaciones con los separatistas, con los Presupuestos y con el futuro
de España, y cuándo se va a poner fecha a las elecciones”, según explicó el propio Rivera esta mañana en una entrevista en ‘TeleCinco’.
Este miércoles, la prueba del algodón
Lo cierto es que PP y Cs se muestran seguros de que a partir de ahora socialistas e independentistas seguirán dispuestos a escenificar una reconciliación,
y más todavía después de lo sucedido este domingo. La prueba del
algodón llegará este miércoles cuando se voten las enmiendas a la
totalidad a los Presupuestos de Sánchez. En total, hay registradas seis
(PP, ERC, Ciudadanos, PDeCAT, Coalición Canaria y Foro Asturias) y las
cuentas públicas están en estos momentos más en el aire que nunca.
En realidad, la única tabla de salvación
para los socialistas vuelven a ser los independentistas. La suma de
PSOE, Unidos Podemos, PNV, Compromís y EH Bildu no basta y, por eso, los
Presupuestos solo podrán continuar su tramitación parlamentaria si ERC o
PDeCAT retiran sus enmiendas en el último momento y deciden (por lo
menos) abstenerse. Teniendo en cuenta que la vicepresidenta, Carmen
Calvo, anunció el pasado viernes que el Ejecutivo daba por roto el
diálogo con los independentistas, todo apunta a que Sánchez tiene muy
difícil sacar adelante su proyecto de cuentas. Con todo, y a pesar de
que este martes arranca el juicio del procés, en PP y Ciudadanos no dan
por imposible un nuevo giro de guion y se plantean que los
independentistas finalmente den un paso atrás.
PALOMA ESTEBAN Vía EL CONFIDENCIAL
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