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miércoles, 6 de septiembre de 2017

Fracaso de las políticas de empleo juvenil en España: siguen creciendo los ‘ninis’

Eurostat advierte de que el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan aumentó en 2016 hasta el 21%. La iniciativa europea de Garantía Juvenil para facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo se estrella contra la ineficacia de la Administración española



Las políticas de empleo juvenil en España no consiguen reducir el número de ‘ninis’; más bien al contrario: es el segundo estado miembro de la UE en el que creció más en los últimos diez años el número de jóvenes de 20 a 24 años que ni estudian ni trabajan, según datos de Eurostat.
La oficina de estadística comunitaria advertía hace ahora tres semanas de que, entre 2006 y 2016, sólo en Chipre había crecido en esa década más que en España el porcentaje de ‘ninis’, tal como informaba el pasado 12 de agosto el diario La Vanguardia.

La cifra de jóvenes españoles que ni tienen empleo ni cursan estudios aumentó en ocho puntos porcentuales, hasta el 21%, aunque un informe de la OCDE publicado en mayo de 2015 ya encendía las alertas con un porcentaje que situaban entonces en el 26,8%, por el insuficiente gasto español en educación.

En cualquier caso, el porcentaje de ‘ninis’ en España es superior a la media de la UE, que en el 2016 se situó en el 16,7% y la sexta más alta de los 28 socios comunitarios. En este sentido, cabe reflexionar sobre lo que le cuestan los ‘ninis’ a España.



Los jóvenes españoles que ni tienen empleo ni cursan estudios ha aumentado hasta el 21%

Fracaso ante el reto de la Garantía Juvenil


En este contexto, un estudio publicado en abril de 2017 por el Observatorio Social de “la Caixa” aporta algunas claves sobre el fracaso español ante el reto de reducir el número de ‘ninis’ y facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo.

El informe El reto de la Garantía Juvenil (GJ), elaborado por Almudena Moreno, profesora titular de Sociología de la Universidad de Valladolid, concluye entre otras cuestiones que, en España, “las políticas activas de empleo y en particular la aplicación de la Garantía Juvenil no están obteniendo los resultados esperados”.

Este fracaso se debe, “entre otras razones, al perfil heterogéneo del joven desempleado –aspecto que no tiene en cuenta la GJ– y a las dificultades de los Servicios Públicos de Empleo (SPE) para llegar a los jóvenes que más podrían beneficiarse de ella”.

Cabe recordar que la Garantía Juvenil es una iniciativa europea que pretende facilitar el acceso de los jóvenes al mercado de trabajo. En España se enmarca en la estrategia de Emprendimiento Joven aprobada en febrero de 2013 por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social”, como detalla el propio ministerio en su web.

Así pues, a pesar de las medidas emprendidas por la UE para ayudar a los jóvenes a encontrar un puesto de trabajo, “con una destacada dotación presupuestaria”, esa iniciativa se estrella en España contra la ineficacia de la propia Administración, según el estudio del Observatorio Social de “la Caixa”.

Ese informe ha tomado como fuentes para su análisis los datos disponibles en la Encuesta de Población Activa (EPA) y los proporcionados por los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) y la Comisión Europea.



Son muy pocos los ‘ninis’ inscritos en la Garantía Juvenil; las políticas de empleo juvenil del Gobierno tienen escasa visibilidad

Una iniciativa que no llega a los ‘ninis’


“Los estudios internacionales destacan que la participación de los jóvenes desempleados en los programas de las Políticas Activas de Empleo (PAE) es proporcionalmente inferior en España a la de otros países europeos con tasas más reducidas de paro juvenil, como, por ejemplo, Francia, Alemania o Austria”, señala el estudio.

“Este hecho constituye una evidencia de la escasa visibilidad de este tipo de políticas entre los jóvenes, o bien de que las PAE diseñadas para los adultos no son operativas en la misma medida para los jóvenes”, aclara.

En ese sentido, lo más preocupante de las conclusiones del estudio es que esas “dificultades de los SPE para llegar a los jóvenes” de entre 16 y 29 años afectan sobre todo al colectivo de ‘ninis’, que son de largo quienes menos se han inscrito en la Garantía Juvenil, como se puede apreciar en el siguiente gráfico, reproducido a partir del informe.



Jóvenes inscritos en la Garantía Juvenil: los ‘ninis’, los que menos

El gráfico muestra tres indicadores: “el porcentaje de jóvenes de 16 a 29 años inscritos en la GJ con respecto al total de jóvenes demandantes de empleo registrados en las oficinas de empleo; el porcentaje de inscritos respecto al total de parados jóvenes contabilizados en la EPA; y el porcentaje de jóvenes que ni trabajan ni estudian inscritos en la GJ respecto al total de pertenecientes a este colectivo, calculados a partir de los datos de la EPA”.

Una primera cuestión a destacar es que “el porcentaje de inscritos ha aumentado considerablemente desde agosto de 2015 (mes en que se amplió el rango de edad hasta los 29 años), si bien aún es limitado”, dice el estudio.

“En el caso de los registrados como demandantes de empleo, el porcentaje de inscritos en la GJ era del 52,9% en el tercer trimestre de 2016. Si tomamos como referente el número de parados jóvenes de la EPA, apenas el 30% se había inscrito”, añade.

Sin embargo, “el porcentaje desciende al 14% de los jóvenes que ni estudian ni trabajan, número calculado a partir de los datos de la EPA mediante la suma de jóvenes inactivos que no estudian y jóvenes parados en la misma situación”, advierte.

El informe concluye en este apartado respecto a España que “estos datos parecen constatar la limitada capacidad de la GJ para llegar a los jóvenes que no trabajan ni estudian y a los desempleados”.



“Solo el 25% de los jóvenes españoles conocía en abril de 2016 la iniciativa europea de la GJ para combatir el desempleo”, señala el estudio

Pocos jóvenes conocen la iniciativa


“Las causas de esta ineficiencia para atraer a los jóvenes estriban, por un lado, en la escasa visibilidad de las campañas publicitarias entre la población joven, y, por otro lado, en la limitada capacidad administrativa, presupuestaria y de personal que tienen los SEPE para llegar a los jóvenes en España”, agrega el informe.

De hecho, “tan solo el 25% de los jóvenes españoles conocía en abril de 2016 la iniciativa europea de la GJ para combatir el desempleo, frente al 51% de los jóvenes finlandeses”, mientras Italia, Suecia y Portugal también se posicionan por delante de España, como se puede observar en este otro gráfico.



Jóvenes que dicen conocer la Garantía Juvenil contra el desempleo

Por todo ello, el estudio recuerda que, “según el Informe de la Comisión Europea de 2016, uno de los problemas de su aplicación en España es la ineficiencia de estos servicios públicos para hacer frente al desempleo juvenil”.

El informe también señala que estos servicios no disponen de medios suficientes para contactar con los jóvenes que han abandonado el sistema educativo sin un título de formación secundaria, entre otras razones porque generalmente no están registrados en ellos.

Solo los jóvenes de Chipre están peor


A continuación, el estudio analiza “el porcentaje de jóvenes que después de seis meses de haberse registrado han encontrado un empleo o una acción formativa orientada al empleo”.

Al respecto, “tan solo el 38% de los jóvenes inscritos en la GJ en España en el año 2015, seis meses después había encontrado empleo o estaba desarrollando una actividad formativa, frente al 71% de los irlandeses o el 68% de los italianos”, como se ve en el siguiente gráfico.



Solo Chipre está peor que España en lo relativo a encontrar trabajo gracias a la GJ

También muestran mejores datos Dinamarca, Suecia, Portugal e incluso Grecia, todos ellos por encima o bordeando el 40%, donde también se encuentra la media de la UE-28.

El único país de los analizados que muestra un indicador peor que el de España es Chipre, por debajo del 20%, tal como advertía también el informe de Eurostat al que nos referíamos al inicio de esta información en referencia a los ‘ninis’.

“En el caso de España, la distribución de ese 38% de los jóvenes que habían tenido éxito era la siguiente: el 30% había encontrado empleo después de seis meses inscritos en la GJ; el 55% se estaba formando; el 12% eran aprendices; y el 1% estaban en prácticas”, agrega el informe.



“Las políticas activas de empleo de la Garantía Juvenil no están obteniendo los resultados esperados”, advierte el estudio de “la Caixa”

Poca efectividad para encontrar empleo o formación


“Estos datos contrastan con los de Francia, Finlandia o Suecia, donde la GJ tiene mayor efectividad”, como se ve en este último gráfico, “y nos advierten de la necesidad de una reformulación de los criterios de aplicación de la GJ antes del año 2020, momento en el que, en principio, debería finalizar”, advierte el estudio.

Las ofertas de empleo o formación de los inscritos en la GJ apenas llegan a los jóvenes españoles

Las ofertas de empleo o formación de los inscritos en la GJ apenas llegan a los jóvenes españoles

En el gráfico se puede constatar que, entre los países analizados, solo Italia ha conseguido menos ofertas de empleo o formación entre los jóvenes inscritos en la GJ en 2015.

Por todo ello, el estudio insiste en que “las políticas activas de empleo y en particular la aplicación de la GJ no están obteniendo los resultados esperados”, y en que “los jóvenes desempleados e inactivos con limitada formación tienen una reducida participación en los programas diseñados por la GJ, siendo España uno de los países de la Europa de los 28 en que el rendimiento de la GJ es más bajo”.

También advierte a las administraciones españolas, en referencia a este colectivo de jóvenes desempleados, de que “se trata de un grupo vulnerable de jóvenes que requieren una especial atención para neutralizar los efectos negativos de la precariedad y pobreza a la que están abocados”.


                                                                                         VÍCTOR RUIZ  Vía  FORUM LIBERTAS

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